El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este lunes al Gobierno de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) a restablecer el cese al fuego bilateral que estuvo vigente hasta agosto de 2024, pero que no fue prorrogado debido a desacuerdos en la mesa de diálogo, que actualmente está suspendida.
En un llamado al diálogo, Guterres expresó su deseo de que ambas partes establezcan un nuevo cese al fuego lo más pronto posible, que cuente con un mecanismo sólido de monitoreo y verificación, y que abarque lo suficiente como para mejorar la seguridad de las comunidades que han sido históricamente afectadas por el conflicto armado.
«Es fundamental que las partes lleguen a un acuerdo sobre un cese al fuego que sea integral y efectivo para brindar paz y seguridad a la población«, afirmó el secretario general.
Este pronunciamiento se produjo en el marco del informe que Guterres presentará ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el próximo 22 de enero en Nueva York, donde destacó las reuniones extraordinarias entre el Gobierno colombiano y el ELN en Caracas, que buscan reactivar las negociaciones de paz.
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«Me siento alentado por las intenciones expresadas por ambas partes para avanzar lo más rápidamente posible en los próximos meses«, indicó Guterres, haciendo énfasis en la importancia de consolidar los avances alcanzados hasta ahora en las negociaciones.
El proceso de paz con el ELN se reinició en noviembre de 2022, y a lo largo de varios ciclos de conversaciones, se han logrado ciertos avances. Sin embargo, las negociaciones se encuentran suspendidas actualmente. Las partes tienen previsto retomar las conversaciones este mes con el objetivo de descongelarlas y continuar el diálogo hacia un acuerdo de paz duradero.
En otro aspecto de su informe, Guterres también hizo un llamado al Gobierno colombiano para que incluya medidas de género dentro del llamado “plan de choque” para acelerar la implementación del acuerdo de paz firmado con las FARC en 2016. Según el secretario general de la ONU, estas medidas no solo fortalecerían la implementación del acuerdo, sino que serían clave para garantizar que las mujeres y las comunidades más vulnerables se beneficien plenamente de los avances en paz.
Además, Guterres subrayó la importancia de priorizar el capítulo étnico del acuerdo, con el objetivo de abordar las necesidades de las comunidades históricamente marginadas. «Este podría ser un paso importante para ampliar la presencia del Estado y llevar los dividendos de la paz, incluido el acceso a medios de subsistencia, educación, salud y otras dimensiones del desarrollo sostenible, a regiones históricamente marginadas, donde la violencia y la inseguridad«, indicó.
El Gobierno de Gustavo Petro está en proceso de presentar un «plan de choque» para remover los obstáculos estructurales que dificultan la implementación completa del acuerdo de paz con las FARC. Este plan también incluye medidas extraordinarias para acelerar el proceso, con el fin de extender el plazo de implementación en un período adicional de 5 a 8 años. EFE
