¿Qué pasaría si los perros pudieran hablarnos de lo que han visto? ¿Qué podrían decir sobre el país, sus calles, su gente y sus luchas? Son algunas de las preguntas que surgieron y de las cuales nació ‘Perra Vida’, la nueva serie documental de Canal Trece.
Se trata de una producción que rompe los esquemas tradicionales del relato audiovisual para presentar una perspectiva tan inusual como poderosa: la de los perros como narradores y testigos de la vida en Colombia.
En tres capítulos conmovedores, esta producción, única en su tipo, recorre realidades sociales, políticas y culturales a través de los ojos (y las patas) de sus protagonistas caninos. No se trata de una serie sobre perros. Es una serie contada por ellos.
Desde los barrios más exclusivos de Bogotá hasta las veredas más remotas marcadas por el conflicto armado, ‘Perra Vida’ retrata el vínculo entre humanos y animales como un espejo que refleja las desigualdades, nuestros dolores, nuestra capacidad de amar y también de resistir.
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Las historias que conforman esta serie son tan diversas como el territorio colombiano, comenzando con Milhoja, una perra de clase alta que vive entre lujos, paseadores, fiestas y trajes exclusivos, mientras observa la vida humana con una mirada sarcástica y crítica.
También Mono, un perro callejero que acompaña a su humano reciclador en las duras jornadas por las calles bogotanas, donde el afecto se convierte en refugio ante el abandono.
Además, Taison, un perro exguerrillero del Caquetá, entrenado para la guerra, que hoy hace parte del proceso de reincorporación de sus compañeros humanos. Su historia es una herida abierta, pero también un camino hacia la esperanza.
Cada capítulo, teje un relato íntimo y emotivo que combina imágenes de archivo, animación y documental en vivo, bajo la dirección de César Romero y con la producción de Mnesia Films.
‘Perra Vida’ es también una exploración profunda sobre la memoria, el dolor, la lealtad y la dignidad desde una mirada sensible y crítica, como un documento valioso para quienes buscan entender el país desde otros lenguajes, más emocionales, más simbólicos, más vivos.
(Colprensa)
