Ahora será un recuerdo: Café del Mar se despide

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Toda la historia inicia cuando el ciudadano David García Gómez inició un proceso legal que duro nueve años por medio de una acción popular contra el Ministerio de Cultura, el Distrito de Cartagena, el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), la ETCAR y la empresa Café del Mar LTDA.
Toda la historia inicia cuando el ciudadano David García Gómez inició un proceso legal que duro nueve años por medio de una acción popular contra el Ministerio de Cultura, el Distrito de Cartagena, el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), la ETCAR y la empresa Café del Mar LTDA.

El icónico Café del Mar, situado en el baluarte de Santo Domingo, cerró sus puertas el pasado 2 de junio tras más de 20 años de historia. Este cierre, resultado de un fallo del Consejo de Estado, marca un nuevo rumbo para el patrimonio cultural de Cartagena.

El pasado 2 de junio, el Café del Mar, un lugar emblemático que ha sido testigo de innumerables atardeceres en Cartagena, se despidió de sus visitantes.

La decisión de desalojo, ordenada por la Alcaldía de Cartagena, se basa en un fallo del Consejo de Estado emitido en 2022, que puso fin al contrato de arrendamiento entre el Café del Mar y la Escuela Taller Cartagena de Indias (ETCAR). Este proceso legal, iniciado por el ciudadano David García Gómez, se extendió durante nueve años y buscó proteger el patrimonio cultural de la ciudad.

 Un Nuevo Horizonte para el Baluarte

El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay Paz, se pronunció tras el desalojo, asegurando que el baluarte de Santo Domingo se transformará en un mirador accesible y gratuito para todos. “Así como le dimos valor y brillo al Parque Espíritu del Manglar, convertiremos a este baluarte en el mirador más hermoso de la ciudad, sin la injerencia de ningún privado”, afirmó Turbay.

El alcalde destacó que el nuevo espacio no solo será un lugar de esparcimiento, sino que también se cuidará su integridad y estética. “No se convertirá en un espacio de penumbra ni en un orinal, sino en una postal abierta para todos”, agregó, prometiendo que se eliminarán las barreras que antes limitaban el acceso.

La Licitación Desierta para el Baluarte de Santo Domingo

Tras el desalojo del Café del Mar, en cumplimiento de las medidas económicas necesarias para garantizar la conservación y mantenimiento de los Bienes de Interés Cultural (BIC), la Escuela Taller Cartagena de Indias propuso una licitación pública.

Esta iniciativa tenía como objetivo seleccionar un operador con la idoneidad y fortaleza financiera necesarias para gestionar el baluarte como un bien de uso público.

Sin embargo, el proceso no se desarrolló como se esperaba, ya que se declaró desierto debido a la falta de propuestas que cumplieran con los requisitos de solvencia económica.

Según informó el medio La Contratropedia Caribe, solo se presentó un proponente: la Unión Temporal Heredia del Castillo, conformada por dos empresas antioqueñas. Esta propuesta fue rechazada porque los documentos presentados eran inexactos, y la unión no logró demostrar la experiencia ni la solvencia económica requeridas.

Los proponentes que no podrán ofrecer café ni alimentos en el mirador de la muralla son la Unión Temporal Heredia del Castillo, que, como único proponente, está compuesta por Eventos Extremo Producciones SAS y Aktiva Soluciones Colombia SAS, cada una con un 50% de participación.

¿Arriendo Irrisorio?

El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, calificó el arriendo del Baluarte de Santo Domingo como “injusto y una burla a la ciudad a lo largo de los años”, al referirse a la cifra que se ha pagado por su uso comercial, la cual fue considerada “irrisoria” por el Consejo de Estado, según información de prensa de la Alcaldía.

En un fallo de segunda instancia emitido en 2022, el Consejo de Estado determinó que de los 2.539,20 metros cuadrados del baluarte, 2.010 m² fueron entregados a un particular para su explotación comercial. El Instituto Geográfico Agustín Codazzi evaluó que el valor de este espacio asciende a $29.200.800.000, lo que equivale a un costo de $11.500.000 por metro cuadrado.

Nación Colombia/ Investigación.