Tras el fallo de la Corte Constitucional que revocó la intervención del Gobierno a la EPS Sanitas, el presidente Gustavo Petro se pronunció públicamente, señalando que respetará la decisión judicial, pero reiterando que la única solución estructural al sistema de salud en Colombia es eliminar las EPS.
El mandatario aseguró que acatará el fallo, lo que implica que Sanitas volverá a tener control total y será «plenamente responsable de cumplir con las leyes financieras, la conformación de reservas técnicas y el pago de su deuda a la red hospitalaria».
Petro afirmó que ha intentado evitar la liquidación forzada de EPS, pero insistió en que el modelo actual permite el uso ineficiente de recursos públicos por parte de actores privados. En su visión, el país necesita “un sistema sin EPS como intermediarias financieras, donde estas se conviertan en gestoras de referencia dentro de un sistema de atención preventivo-asistencial, y donde los pagos se hagan directamente desde el Estado a clínicas y hospitales”.
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Añadió que este cambio permitiría a los pacientes elegir libremente su centro médico, sin estar atados a redes de atención privada controladas por EPS.
El presidente criticó duramente el actual esquema de aseguramiento, señalando que este consume enormes recursos del erario, niega atenciones esenciales y ha llevado a la quiebra de hospitales públicos y privados. “Ese sistema exige constantemente subir la UPC (Unidad de Pago por Capitación) por encima de la inflación real”, indicó.
También arremetió contra los dueños privados de EPS, a quienes acusó de estafar a la red hospitalaria al no cubrir sus deudas y usar recursos públicos para construir clínicas privadas. “Por eso cerraron el Hospital San Juan de Dios de Bogotá y muchos otros centros de salud en todo el país. Se cerraron puestos de salud en barrios y veredas, dejando a millones sin atención”, denunció.
En sus declaraciones, Petro también se refirió directamente a Keralty, grupo dueño de Sanitas, al señalarlo como un actor que actúa “inconstitucionalmente como comprador de la política”, calificándolo como una “aberración” que solo se sostiene a través de influencia política.
Finalmente, hizo un llamado al Congreso de la República para aprobar su proyecto de reforma a la salud, advirtiendo que, si no se aprueba, las EPS que no cumplan con las reservas técnicas exigidas por ley “deberán liquidarse, y sus pacientes serán asumidos por las entidades que sí sobrevivan”.
