La organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que el actual modelo de distribución de ayuda en la Franja de Gaza, liderado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) y respaldado por Israel y Estados Unidos, constituye “una masacre disfrazada de ayuda humanitaria”. La ONG exigió que el reparto vuelva a estar bajo control de agencias de la ONU, alegando graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario.
Según MSF, más de 500 palestinos han muerto por disparos de las fuerzas israelíes durante las entregas de ayuda en las últimas semanas. Denuncian que el sistema obliga a miles de personas a caminar largas distancias hasta centros de distribución custodiados militarmente, donde se producen aglomeraciones, estampidas y tiroteos.
Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de emergencias de MSF en Gaza, describió los cuatro puntos de distribución como recintos del tamaño de un campo de fútbol, rodeados por puestos de vigilancia, alambre de púas y montículos de tierra, con un único acceso controlado. Según el relato, los trabajadores de la GHF lanzan palés con alimentos y abren las vallas, provocando avalanchas humanas. “Si llegan antes, les disparan. Si llegan durante, también. Si llegan tarde, es zona evacuada y les disparan igual”, denunció Zabalgogeazkoa.
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MSF indicó que sus equipos reciben diariamente heridos de bala que intentaron acceder a alimentos. En el centro médico de Al Mauasi, 423 heridos fueron atendidos desde el 7 de junio. Además, en el hospital de campaña de Deir al Balá, se reportó un aumento del 190 % en pacientes con heridas de bala durante la semana del 8 de junio.
La ONG criticó que la ayuda esté siendo usada como herramienta militar. “Israel convierte el hambre en un arma, negando alimentos y luego liberándolos en goteo, forzando a la población a jugarse la vida”, afirmó MSF.
Save the Children también denunció esta semana que más de la mitad de los incidentes violentos ocurridos en el reparto de ayuda han tenido como víctimas a niños. En al menos 10 de 19 incidentes documentados desde el 27 de mayo hubo menores heridos o muertos.
Ahmad Alhendawi, director regional de Save the Children, advirtió que “obligar a civiles a entrar a zonas valladas para luego dispararles es inhumano”. Pidió retornar a un sistema humanitario seguro y digno, libre de manipulaciones bélicas.
Por su parte, Naciones Unidas reiteró su llamado a abrir investigaciones independientes sobre las muertes ocurridas en estos operativos. Farhan Haq, viceportavoz de la ONU, calificó de “inaceptable” que se dispare contra civiles cuando solo intentan conseguir alimentos. La comunidad internacional sigue sin adoptar medidas eficaces ante esta grave crisis humanitaria.
Colprensa
