Frisby España anunció el lanzamiento de una malteada con sabor a Chocoramo, en medio de la disputa legal que sostiene con Frisby Colombia por el uso del nombre e identidad corporativa. La bebida, presentada en redes sociales bajo el eslogan “un prohibido placer”, combina chocolate con trozos del tradicional ponqué colombiano y se comercializa en territorio europeo por 3,90 euros, equivalentes a unos 17.800 pesos colombianos.
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Según la compañía española, el uso del nombre Chocoramo tiene únicamente fines descriptivos para identificar los ingredientes del producto y no implica un aprovechamiento comercial de la marca. A través de un comunicado, Frisby España aclaró que emplea productos importados desde Colombia y que, como cualquier operador, tiene derecho a adquirir y utilizar materias primas disponibles en el mercado.

Ante la controversia, Productos Ramo SAS, dueña de la marca Chocoramo, se pronunció oficialmente. En un comunicado, la empresa señaló:
“En días recientes, una marca de alimentos con sede en España ha difundido contenidos promocionales en los que se menciona el uso del Chocoramo como parte de una nueva propuesta gastronómica. Frente a esta situación, aclaramos que no existe actualmente ningún tipo de alianza, convenio comercial ni colaboración entre dicha empresa, ni ninguna marca extranjera y nuestra organización”.
La compañía también reiteró que cualquier anuncio sobre nuevos lanzamientos, asociaciones estratégicas o colaboraciones será comunicado únicamente a través de sus canales oficiales, incluyendo redes sociales verificadas y su sitio web institucional. Asimismo, agradeció “el interés y cariño” de los consumidores, asegurando que esto los motiva a seguir trabajando con transparencia y respeto por la industria nacional.
La controversia entre Frisby Colombia y la firma española inició en mayo de 2025, cuando la compañía nacional denunció el uso no autorizado de su marca y de elementos gráficos de su identidad corporativa. Aunque en un principio se abrió una mesa de negociación, recientemente se confirmó que esta concluyó sin acuerdo. Actualmente, el caso está en manos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), entidades encargadas de definir la titularidad de los registros en disputa.
En su portal web, Frisby España insiste en que se trata de un proyecto independiente, creado con una visión adaptada al mercado europeo y sin relación con la cadena de pollo frito que opera en Colombia desde hace casi 50 años. No obstante, varios de los productos de su menú guardan similitudes con los de la marca colombiana, lo que alimenta los cuestionamientos sobre posible apropiación de identidad.
La malteada de Chocoramo se suma a otros productos inspirados en íconos de la gastronomía colombiana, lo que refleja un intento de conectar con la comunidad migrante en Europa. Sin embargo, el lanzamiento reaviva la discusión sobre los límites entre la inspiración gastronómica y el respeto a las marcas registradas.