Canadá anticipa “conversaciones difíciles” en temas migratorios y de seguridad fronteriza con la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el cargo en enero de 2025. Marc Miller, ministro de Inmigración de Canadá, señaló que ambos países comparten el interés en mantener una frontera segura, aunque se avecinan desafíos similares a los enfrentados durante el primer mandato de Trump.
Miller destacó que Canadá ha tomado medidas para controlar el flujo de personas que cruzan desde Estados Unidos, un tema que ha cobrado relevancia tras las recientes declaraciones de Tom Homan, designado “zar de la frontera” en el nuevo gobierno de Trump. Homan expresó que la frontera septentrional representa un “enorme problema de seguridad nacional”, afirmando que individuos de países vinculados con el terrorismo estarían usando Canadá como punto de entrada a EE.UU. Ante esto, Homan aseguró que abordará esta cuestión como una prioridad en la Casa Blanca.
El ministro canadiense aún no ha dialogado con Homan, pero indicó su disposición para coordinarse. A su vez, organizaciones que trabajan con refugiados han advertido sobre un posible incremento en las solicitudes de asilo de personas en EE.UU. si Trump implementa deportaciones masivas, lo cual podría provocar una situación similar a la vivida durante su primera administración.
Miller reconoció que las declaraciones de Trump durante la campaña podrían ser exageradas, aunque enfatizó la necesidad de estar preparados para eventuales medidas restrictivas. Canadá, indicó, ha demostrado en el pasado su capacidad de cooperación con EE.UU. en tiempos difíciles, incluida la pandemia, y confía en que ambos gobiernos puedan alcanzar soluciones conjuntas en materia de seguridad fronteriza.