Colombia ha sido un territorio que ha dado una gran relevancia al desarrollo indígena y el apoyo a sus comunidades, como se evidencia en las diversas contrataciones suscritas por el Estado para brindar herramientas y beneficios para ellos.
En esta ocasión, llegamos hasta el resguardo indígena Barracón en San José del Guaviare, una zona considerada de alto riesgo en el país. Allí reside uno de los hombres más valientes de este territorio, Don Sixto Muñoz, que, aunque estaba realizando arreglos en su casa y esta era su prioridad, logramos convencerlo de compartir algunas palabras con nosotros, este hombre de 97 años, quien es el último hablante y habitante de la lengua originaria de la Macarena, con mil historias vividas y a quien ya sele nota el paso de los años, con poca vitalidad, por lo que le cuesta desplazarse y su comunicación es muy breve y en ocasiones difícil de comprender, nos relató algunas cosas acerca de su historia, su familia, sus costumbres y sus anhelos.
Don Sixto habita una casa hecha en bareque y hojas de palma, está muestra unas condiciones muy precarias, al llegar estaba arreglando el techo de su cocina, esto lo hacía a través de una técnica llamada tejido de palma; que evita las filtraciones, ya que, al llover su cocina se inundaba, cerca de él vive su nieta Berenice y sus tres bisnietas. Su nieta es una de sus últimas descendientes, que hace parte de la comunidad ‘Los Guayaberos’, sus bisnietas se comunican en su lengua nativa, el idioma Jiw, Sixto decidió aprender esta lengua para ayudar a criar a sus nietas; además, expresó la importancia de migrar de la Macarena a San José del Guaviare, debido a la masacre de muchos de los de su etnia, esto fue causado por la violencia y el narcotráfico, al trasladarse pensó en garantizar la seguridad de su familia, pero desafortunadamente no fue así, ya que llego a una zona rebosante de conflictos.
En algún momento de su vida tuvo la oportunidad de visitar la capital, decía estar asombrado por la cantidad de edificios que veía y por las personas en las calles, en esa ocasión fue invitado a almorzar por un par de personas que lo vieron y les agrado. Él es experto en la fabricación de alimentos típicos como manduchi, manioco y casabe, los cuales son alimentos poderosos en la puerta de la amazonia, si se contará con el apoyo necesario de las secretarías de cultura territoriales y de desarrollo económico, podrían ser factores determinantes que transformen no solo su vida y la de su familia, sino también la de muchas familias que como la de don Sixto necesitan oportunidades de mejorar su calidad de vida.
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Esta no es la primera entrevista que da Don Sixto y su familia, ya que, se ha relacionado con otros periodistas que han venido queriendo saber acerca de sus conocimientos. Algunos de ellos han escrito un libro llamado «El Hombre Sin Miedo», donde recopilan su biografía más los saberes y rituales.
Dentro de los temas destacados, se resalta el nulo apoyo del Estado, lo cual era evidente en la zona, donde no solo el gobierno municipal y departamental muestra su descuido, sino también donde el sistema general de participaciones no ha llegado ni llega, y las comunidades están a la espera de que llegue traducido en oportunidades, programas deportivos y el mismo PAE en el Guaviare. Durante este encuentro, se puede observar la falta de presencia por parte del Estado, más allá de las bases militares que pueden o no brindar un mínimo de seguridad.
Investiga Jeisson Fonseca
«Algunos de los retos que enfrenta el nuevo Ministerio de la Igualdad, al buscar mejorar la calidad de vida de la población, ya que, tanto Sixto como su familia y su comunidad carecen de servicios primarios de salud, abastecimiento de servicios públicos y nutrición…»