Ladrillos de plástico reciclado; La contaminación por plásticos es uno de los mayores desafíos ambientales de nuestro tiempo. Según datos de Naciones Unidas, desde 1950 se han acumulado más de 9.200 millones de toneladas de residuos plásticos, de las cuales solo el 9 % ha sido reciclado. El resto ha terminado en vertederos, ha sido incinerado o se encuentra disperso en el medio ambiente, poniendo en peligro la biodiversidad y contribuyendo con efectos negativos, como el cambio climático.
En respuesta a esta problemática, la Universidad ECCI, en colaboración con la ONG Cempre, está liderando un proyecto que puede cambiar las reglas del juego: un ladrillo eco-sostenible fabricado con polímeros termoplásticos posconsumo y polvo de vidrio. Este innovador prototipo combina sostenibilidad y funcionalidad, ofreciendo una alternativa real a los materiales de construcción tradicionales y, al mismo tiempo, ayudando a reducir el impacto ambiental.
Los plásticos, debido a su uso masivo y a su escasa degradabilidad, han generado una crisis global de residuos. Se estima que, si no se toman medidas drásticas, para 2050 la producción acumulada de residuos plásticos se triplicará, alcanzando los 28.000 millones de toneladas. Este exceso de plástico está asfixiando los ecosistemas, desde montañas hasta océanos, donde más de 14 millones de toneladas de plástico llegan anualmente.
Transformar estos residuos en materiales útiles es un desafío técnico, pero también una oportunidad para innovar. En el caso del proyecto liderado por la Universidad ECCI, la reutilización de plásticos permite no solo evitar que terminen contaminando el medio ambiente, sino también generar productos con valor agregado para la industria de la construcción.
El ladrillo eco-sostenible desarrollado por investigadores de la Universidad ECCI tiene las mismas dimensiones y propiedades mecánicas que un ladrillo tradicional. Fabricado a partir de una mezcla de polímeros reciclados y polvo de vidrio, este prototipo ha demostrado en pruebas de laboratorio que puede soportar las mismas cargas de compresión que sus contrapartes convencionales.
“Cada ladrillo que producimos no solo es un paso hacia la sostenibilidad, sino también una solución práctica al problema de los residuos plásticos”, explican Sandra Patricia Romero Nieto, Germán Castro Pinto y Manuel Amézquita Pulido, líderes del proyecto.
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Por cada tonelada de plástico reciclado que se utiliza, se evita la emisión de 2,5 toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO₂e), un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Esto significa que el uso masivo de este ladrillo en la construcción podría tener un impacto significativo en la reducción de la huella de carbono de la industria.
El potencial de este ladrillo va más allá de la mitigación ambiental. Su fabricación aprovecha materiales de difícil disposición, como el polipropileno (PP) y el polietileno de alta densidad (HDPE), que a menudo se encuentran en tapas, botellas de bebidas lácteas, jugos, detergentes líquidos, entre otros. Al integrar estos residuos en un nuevo producto, se promueve una economía circular que reduce la dependencia de materias primas no renovables y disminuye la cantidad de plástico en vertederos y océanos.
Además, esta tecnología tiene el potencial de beneficiar a comunidades de bajos ingresos. La producción a gran escala de ladrillos eco-sostenibles podría reducir los costos de materiales de construcción y fomentar el desarrollo de viviendas asequibles y amigables con el medio ambiente.
Un equipo dedicado a la innovación
El desarrollo de este prototipo es el resultado del trabajo colaborativo de expertos de diferentes áreas, incluyendo Ingeniería de Polímeros, Ingeniería Ambiental e Ingeniería Mecánica de la Universidad ECCI. El equipo de investigación está compuesto por Manuel Amézquita, Germán Castro y Sandra Romero, quienes han liderado las pruebas de laboratorio y el diseño del producto.
“El plástico ya no es un residuo, es una oportunidad”, afirmó Germán Castro, destacando cómo esta iniciativa puede cambiar la percepción de los materiales reciclados en la industria.
Aunque el prototipo aún se encuentra en fase de desarrollo, las expectativas son altas. Los investigadores esperan optimizar el proceso de fabricación y escalar su producción para satisfacer las necesidades del mercado. Este proyecto representa un paso hacia un modelo de construcción más sostenible, donde la innovación y el cuidado del planeta se encuentren en cada ladrillo.
(Colprensa)