«El fútbol es un reflejo de la sociedad, y debemos luchar por mantenerlo limpio y justo». Franz Beckenbauer

«Buscamos que nuestra información sea amplificada en los diferentes medios de comunicación. Una vez evidenciamos esa amplificación, vamos teniendo en cuenta para una posible acreditación en el estadio e ingreso al grupo de prensa», aseguró el responsable del grupo de WhatsApp del Club Atlético Nacional.

Terminaban los años noventa y el fútbol colombiano estaba permeado por apuestas ilegales y narcotráfico. La historia mafiosa de camionetas, lujos ostentosos y traquetos peligrosos hizo parte del balompié colombiano. Ese oscuro pasado, que de la noche a la mañana el grupo Ardila Lülle intentó borrar con la compra del Club Atlético Nacional, sigue siendo una deuda histórica, dado que el pasado de los accionistas del campeón de la Copa Libertadores de América presuntamente era turbio.

Esto parecía haber quedado atrás, pero el comportamiento de los directivos del Club Atlético Nacional nos regresó al pasado, y por eso vale la pena exigir un comportamiento digno para evitar que actos indecorosos se repitan al interior del club.

Uno de nuestros periodistas de Nación Paisa solicitó, desde el 22 de febrero, ser agregado a la base de datos de Atlético Nacional, derecho que le fue negado. En reiteradas ocasiones insistió y, solo 18 días después, recibió una respuesta.

Lo más delicado del asunto no es solo que le fuera negado el acceso a la información, sino que también habrían intentado persuadir al periodista para que publicara noticias de Atlético Nacional como una forma de «ganarse» el cupo en un grupo de prensa de WhatsApp, canal que utiliza el club para citar a ruedas de prensa y enviar contenido exclusivo, como fotografías, videos y boletines de prensa.

«Te proponemos que hagas la tarea y te ganes el espacio en el grupo, y lo vamos revisando», fue una de las respuestas que recibió el joven comunicador por parte de la oficina de prensa del Club Atlético Nacional, en un intento de amaño que no respeta el derecho a la libertad de prensa en nuestro país.

Pese a que nuestro equipo periodístico en Medellín está debidamente acreditado en Dimayor y cumple con todos los requisitos dispuestos por el ente organizador, el Club Atlético Nacional, en un acto bochornoso, irrespetuoso y traqueto, intentó chantajear al reportero para que publicara notas sobre el equipo a cambio de recibir una acreditación.

«El fútbol es un juego de errores, pero también es un juego de oportunidades». — Johan Cruyff. Aquí, el presidente del club tiene una gran oportunidad para enmendar el camino, dado que la actitud tramposa de su oficina de prensa, que tanto daño le hace al deporte, debe ser corregida.

En Medellín, quedó en la historia la temida frase «plata o plomo» en los tiempos en que el Club Atlético Nacional presuntamente tenía vínculos con el narcotraficante Pablo Escobar y el Cartel de Medellín. Por eso, la labor de importantes hinchas y seguidores que han tratado de enmendar el camino resulta valerosa y significativa.

Solicitamos al presidente Sebastián Arango que tome las medidas correctivas necesarias y garantice a reporteros y periodistas el derecho a ejercer su labor, aun cuando no sean hinchas de Nacional. Participar en los espacios abiertos para la prensa en general es algo que, al fin y al cabo, le interesa al hincha del fútbol.

«El deporte es una forma de vida, no solo un juego». — LeBron James
Presidente Sebastián Arango, recuerde estas palabras y tome acciones contundentes para devolverle al fútbol la transparencia que merece.

Contactamos a la Oficina de Prensa de Atlético Nacional y le enviamos las siguientes preguntas:

• ¿El presidente fue quien dio la instrucción de presionar a medios locales o periodistas para que a cambio de ser acreditados hagan notas del club?
• ¿Los accionistas saben de esta política de comunicaciones?
• Por último, ¿cómo comunicadores o reporteros no consideran ustedes que además de indecorosa, irrespetuosa y humillante, la petición está rayando en la ilegalidad?

Hasta el momento, Nación Paisa no recibió una respuesta oficial del club, salvo una llamada de Camilo Vasseur que él mismo negó ser difundida en cualquier medio.