Este jueves, la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro dio un paso importante al ser aprobada en segundo debate en la Cámara de Representantes. Aunque aún faltan varias discusiones en el Senado para que se convierta en ley, surgen numerosas preocupaciones sobre su impacto en el sistema de salud del país.
Una de las principales alertas está relacionada con el papel que jugará la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES). Actualmente encargada de gestionar los recursos destinados al sistema de salud, la ADRES se verá convertida en una superentidad con control sobre alrededor de 90 billones de pesos anuales, lo que ha generado serias dudas sobre su capacidad de manejo y supervisión.
ADRES: De entidad pequeña a megaentidad sin control
La representante Catherine Juvinao, de la Alianza Verde, advirtió que esta reforma convertiría a la ADRES en un monstruo administrativo sin suficiente control ni estructura para gestionar los recursos. «Hoy, la ADRES tiene alrededor de 900 empleados, y ya están sobrecargados de trabajo. Ahora, con esta reforma, se convertirá en la encargada de contratar directamente a los más de 60.000 prestadores de servicios médicos en todo el país», señaló la congresista.
EPS NO desaparecen en la reforma antisalud. El gobierno las perfuma, les cambia el nombre, les quita funciones y les paga más. Las gestoras auditarán sus propias clínicas y ADRES les girará directo a 30 días sin controles. Negocio redondo y cuadrado por debajo de la mesa. Vean👇🏽 pic.twitter.com/U4e5YHQpN9
— Cathy Juvinao 🏛🇨🇴 (@CathyJuvinao) March 6, 2025
Con este nuevo rol, la ADRES negociará directamente con hospitales y clínicas, eliminando las funciones de las EPS, lo que genera preocupaciones sobre el manejo y la distribución de los fondos. Según Juvinao, esta centralización de poder pone en riesgo la transparencia y podría abrir las puertas a la corrupción.
El peligro de un sistema sin control
Uno de los principales temores de la representante es que la ADRES, sin la capacidad suficiente para manejar tan grandes sumas de dinero, se convierta en una entidad descontrolada, susceptible a los malos manejos. «La ADRES será más poderosa que el ministro de Salud y el superintendente de Salud, y eso, cuando se manejan sumas tan grandes, nunca termina bien», indicó Juvinao.
Además, la congresista destacó que este nuevo enfoque de contratación directa no se hará con un control riguroso, lo que podría favorecer actos corruptos en el manejo de los recursos. «El sistema va a colapsar, y lo que hoy se ve como corrupción en el sistema de salud será solo una fracción de lo que vendrá», advirtió.
Un sistema más enredado para los pacientes
Juvinao también mostró preocupación por la creciente complejidad del sistema de salud. La reforma propone un entramado con varias nuevas entidades como las Gestoras y redes integrales de salud, lo que, según la congresista, dificultará aún más el acceso de los pacientes a los servicios médicos.
Para la representante, la reforma no solo no resuelve los problemas estructurales del sistema, sino que podría empeorarlos, afectando la calidad de la atención y creando nuevas barreras para los usuarios del sistema de salud.
(Lea también: Luis Carlos Reyes renunció como Ministro de Comercio)
Un futuro incierto para la salud en Colombia
En resumen, Juvinao considera que la reforma a la salud del Gobierno Petro podría tener consecuencias graves si no se toman medidas para garantizar la transparencia y un adecuado control en el manejo de los recursos. Con la ADRES asumiendo un poder sin precedentes, el sistema de salud podría enfrentar serios desafíos en los próximos años.