Trump e Irán diálogo nuclear; Delegaciones de Estados Unidos e Irán reanudan este sábado en la capital de Omán, Mascate, sus negociaciones públicas sobre el programa nuclear de la república islámica, tras siete años de distanciamiento y en medio de dudas sobre el formato que adquirirán las conversaciones, que serán indirectas según Teherán. No obstante, Estados Unidos confía en que los dos representantes, el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, y el enviado especial, Steve Witkoff, puedan encontrarse cara a cara.
Estas conversaciones son las primeras de este tipo desde que la primera administración de Donald Trump decidiera abandonar unilateralmente en 2018 el llamado Plan de Acción Integral Conjunto, histórico acuerdo nuclear firmado tres años antes entre Teherán y las potencias mundiales (todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida Rusia, además de Alemania y la Unión Europea). El acuerdo comprometía a Irán a garantizar la naturaleza pacífica de su programa a cambio del levantamiento de sanciones y, por lo tanto, su reincorporación a los mercados internacionales.
Trump se retiró del acuerdo, considerado un logro de su predecesor Barack Obama, argumentando que el pacto no estaba dando resultados y que Irán estaba cerca de obtener un arma nuclear, a pesar de los constantes desmentidos por parte de Teherán.
Desde entonces, Irán se ha alejado progresivamente de los compromisos adquiridos con la agencia nuclear de Naciones Unidas, la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA). En noviembre del año pasado, y en respuesta a una resolución condenatoria del OIEA, Irán anunció la activación de «un número sustancial» de nuevas centrifugadoras avanzadas de enriquecimiento de uranio, tras calificar la amonestación como «politizada» y «destructiva».
Estas negociaciones reflejan una realidad diplomática más amplia: la compleja relación de Irán con Estados Unidos y sus aliados, especialmente con su enemigo declarado, Israel, en un momento de alta tensión debido a los enfrentamientos recientes durante la guerra en Gaza y al asesinato en 2020 del arquitecto de la política militar exterior iraní, Qasem Soleimani, en un ataque estadounidense.
Trump ha regresado al poder con la intención, asegura, de negociar un nuevo acuerdo satisfactorio que evite la necesidad de emprender acciones militares contra la república islámica, como ha sugerido desde su retorno a la Casa Blanca. «Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que sería preferible llegar a un acuerdo», declaró el pasado lunes, antes de enfatizar que la alternativa «es algo en lo que no querría estar implicado».
Teherán ha acogido estos comentarios con una mezcla de voluntad y recelo. Ha insistido en que no habrá acercamientos directos en esta etapa inicial, aunque ha confirmado su participación como gesto de respaldo a la iniciativa. «Con seriedad y cándida vigilancia, estamos dando una verdadera oportunidad a la diplomacia. Estados Unidos debería valorar esta decisión, tomada a pesar de los aspavientos de confrontación que prevalecen. No prejuzgamos. No predecimos», expresó en respuesta el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei.
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En un breve comunicado publicado en su cuenta de la red social X, Baqaei aseguró que Teherán tiene «la intención de evaluar la intención y la resolución de la otra parte este sábado». «Reflexionaremos y responderemos en consecuencia», agregó el diplomático, quien forma parte de la delegación iraní junto al viceministro de Asuntos Políticos, Majid Tajt Ravanchi, y Kazem Gharibabadi, viceministro de Asuntos Internacionales y Legales.
IRÁN VE LA REUNIÓN COMO NECESARIA PARA «ACLARAR CUESTIONES BÁSICAS»
Ya en Mascate, el ministro Araqchi insistió una vez más en que el encuentro de hoy solo abordará el acuerdo nuclear y que no se espera una reunión directa con los negociadores estadounidenses. Sin embargo, expresó su confianza en que esta reunión marque el inicio de un proceso que desemboque en un «acuerdo honorable» y en igualdad de condiciones.
«Nuestra intención es alcanzar un acuerdo justo y honorable desde una posición de igualdad, y si la otra parte también comparte la misma postura, entonces esperamos que exista la posibilidad de un entendimiento inicial que conduzca a una vía de negociaciones», afirmó en un video difundido por la radiotelevisión estatal iraní horas antes del inicio de las discusiones.
Araqchi reiteró que esta reunión es muy importante para Irán, ya que permitirá aclarar «muchas cuestiones básicas y fundamentales, siempre que exista suficiente voluntad por ambas partes», e incluso podría delinear un calendario de futuras conversaciones, «aunque aún es demasiado pronto para hablar de ello».
El encargado de anunciar el inicio del encuentro fue Baqaei, quien confirmó que, salvo un giro imprevisto, Araqchi y Witkoff no se verán cara a cara.
Será el ministro de Exteriores omaní, Badr al Busaidy, quien actuará como mediador en el encuentro.
«Los representantes de Irán y Estados Unidos permanecerán sentados en salas separadas, y las partes transmitirán sus puntos de vista y posiciones entre sí a través del ministro», confirmó Baqaei.
(Colprensa)