El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, calificó como “la más unida y productiva en la historia” la reciente cumbre de líderes de la OTAN celebrada en La Haya, Países Bajos. Así lo expresó este miércoles a través de su red social Truth Social, donde describió el evento como “genial” y resaltó el trabajo conjunto con “líderes increíbles y comprometidos”.
Trump celebró especialmente el acuerdo alcanzado entre los 32 países miembros de la Alianza Atlántica, quienes se comprometieron a elevar el gasto en defensa al 5 % del Producto Interno Bruto (PIB), una meta fijada para 2023. Según el mandatario, este nuevo objetivo presupuestal representa un “poder real para la OTAN” y consolida la fortaleza de la organización.
Aunque Trump había generado controversia el martes al advertir que España enfrentaría posibles medidas comerciales si no cumplía con los nuevos estándares de gasto, evitó referirse a estas discrepancias en sus últimas declaraciones. Tampoco abordó el tema el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, quien acompañó a la delegación en la cumbre.
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Hegseth, sin embargo, sí calificó el acuerdo como un “logro histórico”, al que atribuyó directamente el liderazgo de Trump. Destacó que sin su presencia en la Casa Blanca, este tipo de compromiso colectivo habría sido «imposible» de alcanzar en los últimos años.
“El compromiso de todos los Estados miembros de la OTAN con este nivel de inversión en defensa no tiene precedentes”, señaló Hegseth. Además, afirmó que varios líderes internacionales expresaron en privado que solo con Trump al frente del gobierno estadounidense se habría logrado este consenso.
La cumbre de La Haya marca un nuevo capítulo en la política de seguridad colectiva de la OTAN, en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y renovados desafíos militares. Aunque persisten discrepancias entre algunos países respecto al aumento del gasto, la postura de Washington fue respaldada por la mayoría de los aliados.
Este giro estratégico representa una respuesta directa a las crecientes preocupaciones por la seguridad europea, así como una reafirmación del papel de liderazgo de Estados Unidos dentro de la Alianza.
