Tolima y Huila en alerta máxima: Incendios forestales arrasan con la biodiversidad y comunidades.

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Foto: Fuerzas Militares de Colombia- FuerzasMilCol

Las autoridades intensifican las operaciones aéreas para controlar las llamas que han devastado miles de hectáreas y amenazan la vida silvestre.

La actual temporada seca y las altas temperaturas en Colombia han llevado a los departamentos de Tolima y Huila a enfrentar una crisis ambiental sin precedentes, marcada por incendios forestales que han devastado extensas áreas de vegetación. Según el último informe de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), estos dos departamentos concentran el 83% de las operaciones aéreas para combatir las llamas, que amenazan con causar daños irreparables a la biodiversidad y a las comunidades locales.

A mediodía del 20 de septiembre, Colombia registraba 25 incendios activos, de los cuales 13 se encontraban en Tolima, convirtiéndolo en el departamento más afectado. En particular, el municipio de Natagaima ha sido el epicentro de esta emergencia, donde las llamas han arrasado con cultivos y han puesto en riesgo la vida cotidiana de los habitantes. La Ungrd reportó que más de 9.000 hectáreas están siendo afectadas, con un daño significativo a la flora y fauna local.

La respuesta a esta crisis ha sido coordinada y multifacética. La Ungrd ha implementado un plan integral que involucra a más de 581 personas, entre bomberos, brigadistas forestales y personal técnico. Además, las Fuerzas Militares y de Policía han sido convocadas para reforzar las operaciones en el terreno. En el aire, seis helicópteros, pertenecientes a la Policía Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), han realizado más de 130 descargas de agua y líquido retardante en un intento por controlar la propagación del fuego.

A pesar de los esfuerzos realizados, las condiciones climáticas adversas, sumadas a la vasta extensión de terreno afectado, han complicado significativamente las labores de control. Se estima que, desde el inicio de los incendios, más de 7.000 hectáreas han sido devastadas solo en Tolima, afectando cinco resguardos indígenas y un acueducto rural. Aunque no se han reportado víctimas mortales, el impacto social y económico es innegable.

La devastación causada por los incendios no solo afecta a la vegetación, sino que también ha tenido un impacto severo en la fauna. Las especies locales, como osos hormigueros, guacharacas, iguanas y diversas aves, han sufrido gravemente. Se ha documentado la pérdida de hábitats en municipios como Piedras, Chaparral, Ibagué y Natagaima, lo que pone en riesgo la biodiversidad de la región y altera los ecosistemas.

Las autoridades locales, en colaboración con la Ungrd, han establecido un Puesto de Mando Unificado (PMU) en la vereda Pocharco. Desde este centro se dirigen las operaciones de respuesta y se articulan los esfuerzos entre la Policía Nacional, el Ejército, la Fuerza Aérea y brigadas comunitarias. La activación del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres (Cmgrd) y del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres de Tolima (Cdgrd) ha sido fundamental para coordinar las acciones y solicitar apoyo nacional.

Los incendios en Tolima y Huila son un claro recordatorio de la fragilidad de los ecosistemas colombianos frente a fenómenos climáticos extremos. Las autoridades deben intensificar no solo las acciones de control y mitigación, sino también las iniciativas de educación y concientización sobre la prevención de incendios forestales. Es crucial implementar políticas que aborden las causas subyacentes de estos desastres y fomentar prácticas sostenibles que protejan la biodiversidad y las comunidades locales.

La protección de la fauna y flora, así como el bienestar de las poblaciones afectadas, debe ser una prioridad en la gestión del riesgo y en la formulación de políticas ambientales. Solo a través de un enfoque integral y coordinado se podrá enfrentar eficazmente esta emergencia y prevenir futuros desastres.