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Un grave accidente de tránsito ocurrido en la noche del 8 de noviembre de 2025 conmocionó a la ciudad de Bogotá, luego de que un taxista en presunto estado de embriaguez atropellara a once personas en el sector de La Sierra, en la localidad de San Cristóbal Sur.
El siniestro se registró alrededor de las 8:30 p. m., cuando el conductor perdió el control del vehículo, se subió al andén y embistió a un grupo de peatones que caminaban por la vía. El impacto dejó a varios de ellos gravemente heridos, entre ellos cuatro menores de edad, lo que desató escenas de angustia entre los vecinos que presenciaron el hecho.
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De acuerdo con las autoridades de tránsito, el conductor un hombre de 56 años fue detenido en el lugar y sometido a una prueba de alcoholemia que arrojó un grado II de embriaguez, uno de los niveles más altos contemplados por la ley. El taxi, que quedó completamente destruido, fue inmovilizado mientras avanza la investigación judicial.
Entre las víctimas hay adultos y menores con traumatismos severos y lesiones craneales, varios de ellos trasladados a centros asistenciales como el Hospital Santa Clara y el Hospital La Victoria. Dos niños permanecen en estado crítico y con diagnóstico de muerte cerebral, lo que ha generado una profunda consternación en la comunidad y en el país.
El hecho también reveló antecedentes preocupantes. El vehículo involucrado contaba con multas anteriores por exceso de velocidad y maniobras indebidas, lo que reabrió el debate sobre la seguridad vial y los controles a conductores de servicio público.
Testigos relataron que el taxista descendía por una pendiente a alta velocidad cuando perdió el dominio del carro y terminó arrollando a las personas que se encontraban en el lugar. Vecinos corrieron para auxiliar a las víctimas antes de la llegada de los organismos de emergencia, mientras grababan videos que rápidamente se difundieron por redes sociales.
Las imágenes del vehículo destrozado y las declaraciones de familiares de los heridos generaron indignación ciudadana. Muchos exigieron penas más severas para quienes conduzcan bajo efectos del alcohol, señalando que tragedias como esta se repiten con frecuencia y podrían evitarse con controles más estrictos.
Por su parte, la Secretaría de Movilidad y la Policía Metropolitana informaron que se adelanta un proceso penal contra el conductor por los delitos de lesiones personales culposas agravadas y conducción en estado de embriaguez.
Este accidente ha vuelto a poner en discusión la responsabilidad de los conductores de transporte público y la necesidad de reforzar los programas de prevención y educación vial en la capital.
Lo ocurrido en San Cristóbal no solo deja una cifra alarmante de víctimas, sino también un llamado urgente a la conciencia ciudadana. Conducir bajo los efectos del alcohol puede cambiar la vida de muchas familias en cuestión de segundos.
