El Tribunal Supremo de Brasil ha ratificado este viernes por unanimidad la condena a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado del expresidente Jair Bolsonaro, después de que los jueces —entre ellos el relator del caso, Alexandre de Moraes— hayan rechazado las alegaciones presentadas por la defensa.
De Moraes también ha rechazado las alegaciones presentadas por el resto de los seis condenados por liderar la fallida trama golpista de 2022, entre quienes se encuentran los exministros de Defensa Paulo Sérgio Nogueira y Walter Braga Netto, el de Justicia Anderson Torres, y el exalmirante de Marina Almir Garnier.
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Los jueces Flávio Dino, Cristiano Zanin y Cármen Lúcia también han votado a favor de mantener las condenas. El magistrado Luiz Fux no ha votado porque pasó de formar parte de la primera sala del alto tribunal a la segunda, tras haber votado previamente por la absolución de Bolsonaro. Con los cuatro votos, la deliberación virtual ha concluido.
El Supremo ha analizado de manera virtual durante la jornada los recursos de aclaración que permiten a las defensas pedir explicaciones sobre posibles contradicciones, omisiones o dudas surgidas de los argumentos de los jueces que votaron por condenar a Bolsonaro y su círculo más cercano.
Los seis acusados —un séptimo aceptó la decisión y ya cumple condena— tienen todavía una última oportunidad de apelación bajo este procedimiento. En caso de ser nuevamente rechazado, se ejecutará la pena.
Bolsonaro se encuentra bajo arresto domiciliario, mientras avanza otra causa en su contra por su presunta implicación en una trama urdida junto a su hijo Eduardo Bolsonaro para hacer proselitismo en Estados Unidos en contra del actual Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y a favor de su liberación mediante sanciones internacionales.
El lugar donde el exmandatario deberá cumplir condena aún no ha sido definido, aunque se especula con que podría ser en la prisión de máxima seguridad de Papuda, que cuenta con un ala especial para albergar a políticos, policías, funcionarios y ancianos.
Otra alternativa sería una celda especial en la sede de la Policía Federal en Brasilia, un tratamiento similar al que recibió Lula da Silva durante sus 580 días de prisión en Curitiba. No se descarta tampoco que la pena se cumpla bajo arresto domiciliario.
Colprensa
