En uno de los momentos más cruciales para la coalición ALMA, Ricardo Arias Mora, presidente del Partido Colombia Justa Libres, lanzó un mensaje que va más allá de la política tradicional: “Para soñar con gobernar, primero debemos ganar en marzo”. Su llamado es claro y urgente para todos los partidos y grupos ciudadanos que conforman esta alianza: la prioridad no está en las presidenciales de mayo, sino en las elecciones legislativas que se avecinan.
Arias Mora advierte que sin una base sólida en el Congreso, cualquier candidatura presidencial corre el riesgo de quedarse en el aire, sin fuerza ni sustento. No se trata solo de popularidad o discursos, sino de construir desde abajo, con organización territorial y proyectos que realmente representen a la gente.
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La coalición ALMA nació con la esperanza de ser una opción diferente, una que defendiera valores cristianos y conservadores, pero también con un compromiso claro con la transformación institucional que Colombia necesita. Sin embargo, el surgimiento apresurado de aspirantes presidenciales sin una estructura real está poniendo a prueba la cohesión interna del grupo.
“Lo que el país pide es orden, coherencia y responsabilidad. No hay espacio para improvisaciones ni egos personales”, subrayó Arias Mora.
¿Unidad o división? El gran desafío de ALMA
Los expertos coinciden: sin un respaldo fuerte en el Congreso, es casi imposible tener un impacto real en el escenario político nacional. Por eso, las elecciones de marzo no pueden ser vistas como un trámite más, sino como la verdadera prueba de fuego para cualquier proyecto político serio.
En las próximas semanas, la coalición ALMA tendrá que decidir si responde a este llamado a la unidad estratégica o si permite que las ambiciones individuales fracturen el camino que han empezado a construir juntos.
Por ahora, el mensaje de Arias Mora es contundente y simple. Sin presencia en el Congreso, no hay camino al Palacio de Nariño.
