Rodrigo Duterte
El expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se ha mostrado este lunes dispuesto a «entregarse» al Tribunal Penal Internacional (TPI) si la corte emite una orden de arresto en su contra por las supuestas violaciones de derechos humanos cometidas bajo su administración en el marco de las controvertidas políticas implementadas para combatir el consumo y tráfico de drogas.
Así se ha expresado durante un viaje a Hong Kong, donde ha dicho estar «preparado» para ser detenido en caso de que el tribunal emita la orden. «Si este es verdaderamente mi destino en esta vida, está bien, lo aceptaré. Me pueden arrestar y encarcelar», ha aseverado, según ha recogido el diario Philippine Daily Inquirer.
«¿Cuál es mi pecado? Hice todo lo que estuvo en mi mano para fomentar la paz, para que los filipinos vivan en paz», puntualizó el expresidente, quien restó importancia a la cuestión durante un acto en el que también estuvo presente su hija, la actual vicepresidenta del país, Sara Duterte.
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El expresidente asumió el cargo en 2016 tras una campaña en la que hizo precisamente de la «lucha contra las drogas» su bandera. No obstante, las medidas introducidas han suscitado polémica y han recibido numerosas críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Las autoridades del país reconocen alrededor de 6.000 muertos como consecuencia de las operaciones implementadas, aunque organizaciones humanitarias advierten que la cifra podría ascender a 30.000.
Desde la oficina del actual presidente, Ferdinand Marcos Jr., que ha rechazado en anteriores ocasiones entregar a Duterte al TPI, han asegurado que no han recibido comunicación oficial alguna de Interpol. Sin embargo, no descartan que el exmandatario pueda ser entregado si la situación lo requiere.
La investigación del TPI se basa en una denuncia presentada en 2018 por organizaciones no gubernamentales y familiares de víctimas de la «guerra contra las drogas» de Duterte. El propio expresidente retiró unilateralmente a Filipinas del TPI en 2019 en respuesta a las críticas de La Haya.
(Colprensa)
