Con corte al 7 de abril, el Ministerio de Salud reportó que 14.255 trámites permanecen pendientes en la Dirección de Medicamentos y Productos Biológicos del Invima, situación que ha generado consecuencias económicas y sanitarias en el país.
De estos trámites, 5.689 son acumulados previos a noviembre de 2023 y deben resolverse por orden judicial. El resto, 8.566 gestiones, corresponden a solicitudes recientes que siguen en estudio por parte del instituto.
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Este rezago ha generado afectaciones directas en el sector farmacéutico. Según datos del Observatorio de Trámites Invima 2025, el 39 % de las empresas ha pausado nuevas contrataciones por falta de liquidez, y el 13 % ha tenido que recortar personal. Además, un 26 % de los empresarios asegura haber aplazado decisiones de inversión por la incertidumbre que generan estos retrasos.
En respuesta, el Gobierno y el sector privado han comenzado a trabajar conjuntamente. Iniciativas como Invima Ágil buscan modernizar los procesos internos, digitalizar formularios y establecer tiempos de respuesta más eficientes. Sin embargo, voceros de compañías farmacéuticas señalan que los avances aún son insuficientes.
Los cuellos de botella más graves se presentan en registros de medicamentos químicos y biológicos, que pueden tardar entre 3 y 4 años en resolverse. También preocupa la demora en los trámites para suplementos dietarios, cuya aprobación puede extenderse hasta por dos mil días en algunos casos.
El estancamiento regulatorio no solo pone en riesgo el desarrollo económico del sector salud, sino que también limita el acceso de los colombianos a medicamentos esenciales y tratamientos innovadores, alertan voceros gremiales. Superar este cuello de botella será clave para recuperar la confianza empresarial y mejorar la atención sanitaria.
(Propia)
