El billar femenino neerlandés volvió a brillar en Europa durante el Grand Prix de Tres Bandas que tuvo lugar en Wedel, Alemania, donde tres jugadoras de los Países Bajos se adueñaron del podio. La campeona mundial, Therese Klompenhouwer, reafirmó su estatus de favorita al llevarse el título tras vencer en la final a su compatriota Monique van Exter.
El marcador dejó claro quién dominó el juego: 30-17 en 25 entradas, un resultado que no dejó lugar a dudas. En las semifinales, Klompenhouwer mostró un nivel aún más impresionante al derrotar a Karina Jetten por 30-12 en 29 entradas. La otra semifinal fue mucho más reñida, con van Exter superando a la danesa Charlotte Sörensen por 30-29 en 41 entradas.
El torneo también puso de manifiesto un tema recurrente en el circuito: la falta de renovación generacional en Europa. Con Klompenhouwer y Sörensen de 42 años, además de Jetten (54) y van Exter (59) en el podio, la competencia sigue en manos de una generación experimentada. En contraste, en países como Corea del Sur, las nuevas figuras juveniles ya están compitiendo de manera constante en la liga profesional femenina LPBA.
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En cuanto a los promedios de juego, Klompenhouwer lideró con 1,050, seguida por Sörensen (0,807) y Jetten (0,780). La neerlandesa logró incluso un partido con promedio de 1,200, reafirmando por qué es considerada la mejor del mundo.
Tras coronarse campeona, Klompenhouwer reconoció el esfuerzo de sus rivales: “Karina y Monique jugaron a gran nivel, especialmente Monique, que cerró su duelo contra Sörensen con una serie de seis carambolas”.
El dominio neerlandés en Wedel deja claro que, mientras no aparezcan nuevas figuras europeas, el trono del billar femenino seguirá en los Países Bajos.
