La Autoridad Palestina ha avisado de que la nueva operación israelí para entrar en la ciudad de Gaza representa un «crimen absoluto» y comportará el desplazamiento forzado de al menos 800.000 palestinos de por sí expulsados de otras zonas del enclave.
«Representa la continuación de la política de genocidio, asesinatos sistemáticos, hambruna y asedio, y una flagrante violación del Derecho Humanitario y las resoluciones de legitimidad internacional», ha denunciado el Gobierno palestino en Cisjordania.
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En medio de esta situación, la Autoridad Palestina ha anunciado que ha empezado a llevar a cabo «contactos urgentes con los organismos internacionales pertinentes», entre ellos el Consejo de Seguridad de la ONU, la Organización para la Cooperación Islámica y el Consejo de la Liga de los Estados Árabes, «para solicitar medidas urgentes y vinculantes que cesen estos crímenes».
La Autoridad Palestina termina su comunicado, publicado en la agencia oficial de noticias palestina WAFA, reivindicándose como la única fuerza política capacitada para mantener el control de la Franja, si Israel acaba consiguiendo que Hamás, que ahora mismo está al frente de las instituciones de gobierno de Gaza, abandone el poder.
«La única manera de poner fin a esta tragedia y garantizar la seguridad y la estabilidad es permitir que la AP, como autoridad del Estado de Palestina, asuma sus plenas responsabilidades de gobernanza y seguridad en la Franja de Gaza«, ha concluido el Gobierno palestino.
(Colprensa)