Las autoridades sanitarias de Gaza han reportado que, en las últimas 24 horas, diez personas han perdido la vida debido a causas relacionadas con el hambre, en medio de la grave crisis humanitaria provocada por el conflicto armado con Israel. Con estas muertes, ya son más de 110 las personas fallecidas por desnutrición desde que comenzó la ofensiva israelí en octubre de 2023.
De acuerdo con representantes del sistema de salud local, entre las víctimas se encuentran niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas, quienes no han podido acceder a alimentos ni medicinas en semanas. Las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria han empeorado la situación, causando una escasez total de suministros básicos en hospitales, refugios y hogares.
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La comunidad internacional ha encendido las alarmas. La Organización Mundial de la Salud y agencias como UNICEF han advertido que Gaza se encuentra al borde de una hambruna catastrófica, producto del bloqueo prolongado y la destrucción de infraestructuras clave. A pesar de los llamados al cese al fuego y a la apertura de corredores humanitarios, el ingreso de suministros sigue siendo extremadamente limitado.
En respuesta, el gobierno israelí ha declarado que no impedirá la entrada de ayuda humanitaria, siempre que esta no sea utilizada por grupos armados. No obstante, organizaciones como Médicos Sin Fronteras y la ONU insisten en que el flujo actual es insuficiente y que miles de vidas están en riesgo si no se toman medidas urgentes.
La situación en Gaza se deteriora cada día más. Con el colapso del sistema de salud y la falta de acceso a agua y alimentos, las muertes por hambre podrían aumentar dramáticamente en las próximas semanas.
