Mono Núñez 2025; A menos de siete días de iniciar la edición 51 del Festival Mono Núñez, uno de los más importantes eventos anuales de la música andina, estaba cancelado.
A las siete de la mañana del pasado viernes, 23 de mayo, se había tomado la decisión de no realizarlo durante las fechas programadas desde meses atrás, entre el 29 de mayo y el primero de junio, todo debido al temor que generaba el anunciado Paro Nacional.
El temor era justificado, al ser un evento que se realiza anualmente en la población de Ginebra (Valle del Cauca), a 50 kilómetros de la ciudad de Cali. La única conexión aérea era a través de dicha ciudad, lo cual ya era un alto riesgo, pues todos recordaban los efectos del llamado ‘estallido social’ que hace algunos años afectó al país, y en especial, esta región del Valle del Cauca.
Pero eso no era todo. Este festival cuenta con delegaciones de todos los departamentos andinos del país, la mayoría de ellos realizando todos sus recorridos por las principales vías del país hasta Ginebra, por lo que un solo bloqueo perjudicaría gravemente la realización de este evento.
Así, muchas de estas delegaciones de dichos departamentos, aunque nunca llegaron a cancelar su participación, sí le manifestaron a la organización su preocupación por lo que podría ser su trayecto hacia Ginebra en medio de un paro nacional.
El público, que durante los días del festival ocupaba las casas de los pobladores, quienes abrían sus puertas para recibir a los centenares de turistas que cada año genera el festival, también se vio afectado por la masiva cantidad de cancelaciones de viajeros que temían terminar en medio de las ya mencionadas protestas.
Para Bernardo Mejía, Presidente Ejecutivo de Funmúsica (Fundación Pro Música Nacional de Colombia), han sido las horas más intensas y estresantes que ha tenido que vivir organizando este reconocido festival nacional, incluso más que en los tiempos de la pandemia del Covid-19, cuando las medidas de confinamiento se tomaron a dos meses de realizar el festival.
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Afortunadamente, los organizadores ya venían preparándose para el mundo digital, y teniendo como aliados principales a canales como Telepacífico, lograron llevar la música y el evento en sí a través de las pantallas, lo que agradecieron no solo los artistas, sino también el público en general, que en esos oscuros momentos se sintió acompañado y acogido por las hermosas melodías de la música andina colombiana.
Pero nadie se prepara para un paro nacional, más en un país donde las vías alternas no son las mejores. Sin embargo, durante más de seis horas de conversaciones, con instituciones locales, regionales y nacionales, lograron contar con el respaldo necesario para que la edición 51 del Mono Núñez se realizara sin contratiempos, contando incluso con el apoyo del Ministerio de Cultura.
Cancelar o posponer un festival de esta magnitud, a pocos días de su realización, habría sido un descalabro económico para sus organizadores y para esta región del Valle del Cauca, que ve cómo se dinamiza su economía en cada edición del festival, con una gran afluencia de visitantes que invierten en alojamiento, alimentación, transporte y diversas actividades turísticas que ofrece la población de Ginebra.
Según Bernardo Mejía, a las dos de la tarde de ese viernes, había logrado calmar las aguas turbulentas y convencer a todos los que dudaban de la posibilidad de realizar este festival en medio de un paro nacional, y la edición 51 continuó su marcha para que este jueves, 29 de mayo, sin contratiempos, tuviera su inauguración y el inicio de sus rondas clasificatorias.
Ninguno de la gran cantidad de artistas, tanto competidores como invitados especiales, tuvo mayores problemas para llegar a Ginebra, y el coliseo Gerardo Arellano Becerra, donde se realizó la inauguración y donde se realizarán todas las rondas clasificatorias y la final, logró una gran convocatoria en su asistencia.
Casi por tradición, el día jueves suele ser casi en exclusiva para los pobladores de Ginebra. La mayor parte de visitantes suele llegar en la tarde del viernes o bien temprano el día sábado, por lo que cómodamente los pobladores ubican sus asientos para disponerse a deleitarse con los artistas en competencia, tanto en vocal como en instrumental.
Para sorpresa y bien de este municipio, las cancelaciones de las reservas se detuvieron y en los últimos días han aumentado de manera considerable, por lo que se espera que este fin de semana la fiesta de la música andina colombiana esté llena del color y la alegría que siempre la ha caracterizado.
(Colprensa)