Las descabelladas ideas de Trump en su guerra comercial: impuso aranceles a islas habitadas exclusivamente por pingüinos y focas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció por estos días una serie de aranceles de gran alcance, incluido uno del 10% para la mayoría de los países. Algunos de los principales socios comerciales de Estados Unidos tendrán aranceles aún más altos a partir del 9 de abril. El drástico cambio en la política comercial deja clara la postura de Trump sobre los aranceles. Para varios analistas Trump ha puesto en marcha un plan para la dominación económica mundial, y también hay quienes piensan que es tan loca como peligrosa.
Una gran mayoría piensa que es una declaración de guerra comercial mundial, que en este momento es contra todo y contra todos, y que el mundo es el enemigo de Donald Trump.
Dentro de esas anunciadas tarifas oficiales de Trump hay una que ha llamado la atención: impuso aranceles a las remotas islas de Heard y McDonald, que son habitadas exclusivamente por pingüinos y focas y no tiene presencia de humanos.
El archipiélago, ubicado en el océano Índico, fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. Son islas principalmente visitadas con fines de investigación científica.
Trump impuso aranceles del 10% a las islas de Heard y McDonald, un archipiélago autónomo de Australia inhabitado por humanos y sin actividad económica.
El archipiélago, ubicado en el océano Índico, es hábitat de focas y pingüinos, por lo que fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. Las islas son principalmente visitadas únicamente con fines de investigación científica y esto se da muy esporádicamente.
Sin embargo, las islas de Heard y McDonald fueron incluidas en la tabla de países afectados por los aranceles que Trump impuso a las importaciones de buena parte del mundo.
De acuerdo con el Gobierno australiano, el archipiélago está “inhabitado de humanos y es una de las áreas menos perturbadas antropo-génicamente del mundo”.
Las islas de Heard y McDonald no son el único territorio que la Casa Blanca incluyó como un país en su tabla de aranceles globales.
También impuso aranceles a Tokelau, un territorio que depende de Nueva Zelanda con unos 1.600 habitantes, y las islas Cocos, otro archipiélago australiano con unos 600 habitantes.
Trump agudizó su guerra comercial con la imposición de un arancel global de base del 10%, que en algunos casos es superior, como en el de China o la Unión Europea (UE), porque los acusa de tener barreras comerciales contra los productos estadounidenses.