La carrera por la presidencia de la Cámara de Representantes llega a su última milla esta semana, clave para las alianzas y votos que llevarían al congresista Julián López, del Partido de la U, a ratificarse como el “ungido de Petro” en el último año del gobierno del cambio.
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Este representante del Valle del Cauca ha logrado todos los méritos por su juventud, trabajo legislativo y buenas relaciones con sus colegas; pero, sobre todo, por sus diferencias con la “baronesa” de esa región, Dilian Francisca Toro, con quien se ha enfrentado abiertamente por su histórico dominio político en ese territorio.
López tendría entonces el beneplácito del jefe de Estado, quien se jugaría el último año de este periodo legislativo con un congresista de propias tropas, por haber defendido desde el comienzo el proyecto presidencial y apoyado las principales reformas del gobierno nacional, que, pese a contar con mayorías en el Congreso, no ha podido tramitar en su totalidad las iniciativas presentadas como reformas históricas.
