Investigan a padres por muerte de un niño en Santander

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El niño de seis años se comió un tote el pasado 7 de diciembre.
El niño de seis años se comió un tote el pasado 7 de diciembre.

Santander, 23 de diciembre del 2024. Las autoridades de Santander han abierto una investigación contra los padres de un niño de seis años que falleció el pasado 20 de diciembre, luego de haber ingerido un tote el 7 de diciembre, un artefacto que contenía fósforo blanco, lo que le causó una grave intoxicación.

Este trágico hecho ha conmocionado a la comunidad y ha encendido una alerta sobre el uso y manipulación irresponsable de pólvora durante la temporada decembrina.

El menor, quien había comido el tote durante la celebración de la tradicional Noche de las Velitas, comenzó a presentar síntomas graves a los pocos días, como vómito y diarrea. Sin embargo, fue hasta el 15 de diciembre que los padres decidieron trasladarlo a un centro médico, cuando ya su condición había empeorado considerablemente.

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Fue llevado luego a la Clínica Foscal Internacional en Floridablanca, debido a la gravedad de su estado. A pesar de los esfuerzos médicos, el niño falleció el 20 de diciembre, convirtiéndose en la primera víctima mortal por pólvora en Colombia durante esta temporada navideña.

Edwin Antonio Prada Ramírez, secretario de Salud de Santander, explicó que se enviaron muestras de sangre a Bogotá para confirmar que la intoxicación por fósforo blanco fue la causa directa de la falla hepática que terminó con la vida del menor. En este sentido, las autoridades no descartan que el caso esté relacionado con un posible descuido de los padres, quienes habrían permitido que el niño manipulase un artefacto explosivo, lo que podría implicar responsabilidades penales.

Andrés Monsalve, secretario de Salud de Barrancabermeja, destacó la gravedad de la situación y señaló que el caso está siendo tratado con todo el rigor de la ley.

Es un caso muy delicado. Las autoridades competentes están realizando una investigación para establecer si hubo negligencia o falta de cuidado por parte de los padres, lo que podría derivar en responsabilidades penales”.

Este trágico incidente ha servido de llamada de atención para las autoridades y para la ciudadanía en general. Desde el comienzo de la temporada navideña, se ha hecho un llamado urgente a evitar el uso de pólvora, especialmente en el caso de los niños, quienes, por su curiosidad, están más expuestos a sufrir accidentes.

Las autoridades han reiterado que permitir que los menores tengan acceso a estos elementos peligrosos es un acto de irresponsabilidad.

El caso ha generado un fuerte rechazo en la comunidad, y tanto los ciudadanos como las autoridades han expresado su indignación ante la irresponsabilidad de permitir que un niño manipule estos productos altamente peligrosos. El llamado es claro: la pólvora no es un juego, y las consecuencias de su uso inapropiado pueden ser fatales.