Crimen de Juan Felipe Rincón
Un giro inesperado tomó la investigación por el asesinato de Juan Felipe Rincón, hijo del general William Rincón, ocurrido el domingo 24 de noviembre de 2024 en el barrio Quiroga, de la localidad de Rafael Uribe, al sur de Bogotá, luego de que la Fiscalía decidiera solicitar el archivo del caso en contra del único capturado por falta de pruebas.
Se trata de Andrés Camilo Sotelo, quien quedó libre en diciembre pasado por orden de un juez.
El togado concluyó que aún no hay elementos clave que lo señalen como responsable del crimen. Los hechos que desembocaron en el asesinato involucrarían presuntamente a dos menores de edad, una de 15 y otra de nueve años.
Las diferentes versiones que se conocen hasta el momento, incluyendo las de familiares de las niñas, coinciden en que Juan Felipe Rincón recogió a la menor de 15 años en el centro comercial Titán Plaza la noche del sábado y, al parecer con su consentimiento, la llevó a su apartamento ubicado en la calle 170 con séptima (norte), donde vivía solo desde hacía cerca de dos meses.
Al día siguiente, a las 6:30 a.m., llamó a su escolta y le pidió que lo recogiera en un punto de la carrera 30, al que él llegaría con la menor de edad.
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Ambos fueron recogidos alrededor de las 10 de la mañana y, por solicitud de Juan Felipe Rincón, trasladados al barrio Quiroga. Al llegar, tras saludar a una mujer de aproximadamente 35 años, aparecieron dos hombres, entre ellos Sotelo, hoy imputado, acompañados de perros rottweiler que atacaron al joven.
Todo esto, aparentemente, en represalia por unas conversaciones de carácter íntimo descubiertas en Instagram entre la sobrina de Sotelo, de nueve años, y Juan Felipe Rincón.
En este punto surgen dos versiones contradictorias sobre lo sucedido, que aún no tienen una respuesta definitiva. Por un lado, la Fiscalía respaldó el testimonio del escolta Sergio Rico, quien afirmó haber reaccionado al ver que Juan Felipe Rincón estaba siendo golpeado.
Por otro lado, la defensa de Andrés Sotelo sostiene que no se tuvo en cuenta un informe de balística que indica que el arma en posesión de su defendido no era funcional para disparar.
La audiencia de preclusión está programada para el próximo 10 de abril, a las 2 de la tarde.
(Colprensa)