Juan Rafael Giraldo Berrío
Luego de 21 años, la familia de Juan Rafael Giraldo Berrío, campesino del corregimiento Santa Ana, en Antioquia, quien desapareció el 15 de abril de 2004 a manos de miembros del Ejército, por fin puede descansar en paz. Su cuerpo fue entregado y despedido como se lo merece.
Giraldo vivía con su familia en la vereda El Empalme, en el municipio de Granada, donde cultivaba café, caña, yuca y plátano. La mañana del 15 de abril de 2004, cuando iniciaba la molienda de caña en el trapiche de su finca, miembros del Batallón de Artillería No. 4 Coronel Jorge Eduardo Sánchez del Ejército se lo llevaron, a pesar de los reclamos de sus nietas.
Esa fue la última vez que su esposa e hijas lo vieron con vida. Tuvieron que pasar 21 años para que finalmente pudieran darle un adiós digno.
La entrega tuvo lugar en el Jardín Cementerio Universal de Medellín, con la participación de la directora de la Unidad de Búsqueda, Luz Janeth Forero Martínez, y la magistrada de la JEP, Catalina Díaz Gómez, relatora del Subcaso Antioquia del Caso 03, que investiga los asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado.
Familiares y amigos se reunieron para despedir a Juan Rafael, rendirle un homenaje y comenzar a atravesar el duelo que la desaparición forzada y el conflicto armado les habían negado.
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En la ceremonia religiosa se congregaron más de 30 integrantes de la familia Giraldo Berrío. Con fotografías, carteles, camisetas y cartas, dignificaron la memoria de Juan Rafael como una forma de reparar el daño causado por su desaparición.
“A mi mamá y a mí nos tuvieron retenidas apuntándonos con un fusil. Se llevaron a mi papá para arriba, hacia la carretera, donde estaban mis otros sobrinitos. No volvimos a saber de él hasta que salió en las noticias como guerrillero, pero él no pertenecía a ningún grupo armado. Era un campesino. Después de eso, nos tocó desplazarnos”, relató su hija Diana Giraldo.
La búsqueda de Juan Rafael fue liderada por su nieta Maribel, quien presenció su desaparición cuando apenas tenía 13 años.
“Decidí buscarlo porque eso es algo que le nace a uno del corazón. No podía dejarlo, como dice el dicho, tirado por ahí”, dijo durante la entrega digna.
Con el apoyo del Grupo Jurídico de Antioquia, fue ella quien contactó a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas para solicitar la investigación del caso de su abuelo. Maribel también rindió testimonio ante la JEP en la audiencia pública de observaciones de víctimas, celebrada en Carmen del Viboral, el 4 y 5 de marzo de 2024.
La investigación humanitaria y extrajudicial permitió ubicar el cuerpo de Juan Rafael en la bóveda 64 del pabellón Pablo Sexto del cementerio de Cocorná, Antioquia, donde había sido ingresado como cuerpo no identificado.
Su inhumación ocurrió un día después de que su familia presenciara su desaparición. El 18 de abril de 2024, la entidad recuperó su cuerpo en presencia de sus seres queridos. Posteriormente, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses confirmó su identidad mediante un cotejo de ADN con las muestras biológicas aportadas por la familia.
(Colprensa)