El fantasma de la descertificación contra la lucha antidrogas ronda a Colombia, y el próximo lunes 15 de septiembre se conocerá la decisión final del Gobierno de Estados Unidos, lo que mantiene encendidas las alertas por las consecuencias diplomáticas, comerciales y financieras que podría traer.
En entrevista con Colprensa, el embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, explicó el panorama, quién gana y quién pierde con esta medida y si las tensiones políticas entre Gustavo Petro y Donald Trump influyen en la decisión. Según García-Peña, “los únicos que ganarían serían los criminales y las organizaciones narcotraficantes”.
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La certificación es un examen anual del Departamento de Estado que evalúa el cumplimiento de los países en la lucha contra el narcotráfico. Colombia ha recibido la certificación de forma continua, salvo en los años 90. Sin embargo, la Cámara Colombo Americana (Amcham) advierte que en esta ocasión hay un 70% de probabilidades de que se dé una descertificación. Esto podría impactar no solo la cooperación bilateral, sino también el turismo, la seguridad y la llegada de ayudas económicas.

Pese a los riesgos, el embajador destacó los resultados de Colombia en lo corrido del año: más de 500 toneladas de cocaína incautadas, la destrucción de 2.486 laboratorios, 183 capturas con fines de extradición, 177 entregas a tribunales internacionales y decomisos de bienes superiores a 125 millones de dólares.
El Gobierno colombiano insiste en que la cooperación con Estados Unidos es vital. Aunque existen críticas por la falta de avances en la sustitución de cultivos ilícitos y la suspensión puntual de dos extradiciones, García-Peña subrayó que Colombia ha estado entregando una persona cada 30 horas, una cifra histórica.
Frente a los posibles escenarios, el diplomático explicó que podrían darse tres opciones: la certificación plena; la descertificación con waiver, que elimina sanciones; o la descertificación con medidas punitivas, cuya lista es amplia e incierta.
Finalmente, García-Peña afirmó que tanto Colombia como Estados Unidos pierden en caso de una descertificación, ya que ambos países necesitan cooperación mutua para enfrentar al crimen transnacional. “El narcotráfico no tiene color político; esta es una lucha compartida”, puntualizó.
Colprensa