Deflación en China
La economía china enfrenta crecientes desafíos debido a la intensificación de la deflación, lo que genera preocupaciones sobre su recuperación económica. Durante enero y febrero de 2025, China experimentó una inflación negativa por primera vez desde 2021, superando las expectativas y sugiriendo una debilidad subyacente en la demanda interna.
Este fenómeno se atribuye en parte al exceso de capacidad productiva que supera la demanda interna, lo que ejerce presión a la baja sobre los precios. Economistas de instituciones como Citigroup y Nomura advierten que, sin medidas adecuadas para abordar este desequilibrio, la deflación podría persistir durante el resto del año.
El gobierno chino ha reconocido la necesidad de estimular el consumo doméstico para contrarrestar las tendencias deflacionarias. Sin embargo, las políticas implementadas hasta ahora, como aumentos modestos en pensiones y beneficios de salud, han sido consideradas insuficientes por expertos, quienes abogan por reformas estructurales más profundas en áreas como la seguridad social y el sistema fiscal.
(También le puede interesar: Colombianas prefieren trabajar en lo estudiado y mejorar practicando; cifras y contexto)
Además, la deflación ha impactado negativamente en el mercado inmobiliario, con caídas significativas en los valores de las propiedades y los alquileres, afectando la confianza del consumidor y reduciendo aún más el gasto. Esta situación se ve agravada por factores externos, como las tarifas comerciales impuestas por Estados Unidos y una disminución de la demanda global, que añaden presión a la economía china.
En respuesta, el gobierno ha considerado aumentar el gasto público y ajustar sus objetivos de crecimiento económico. No obstante, analistas señalan que, sin abordar el exceso de oferta y sin implementar reformas estructurales significativas, estas medidas podrían ser insuficientes para revertir la tendencia deflacionaria y estimular una recuperación económica sostenible.
La persistencia de la deflación en China representa un desafío significativo para las autoridades, que buscan equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad de precios, en medio de un entorno global complejo y en constante cambio.
