La crisis en Bolivia se agudiza con el bloqueo de carreteras liderado por seguidores del expresidente Evo Morales, quien se refugia en su bastión político en el Trópico de Cochabamba, mientras enfrenta serias acusaciones de trata de personas, violación y estupro que amenazan su futuro político.
Desarrollo
Foto: EFE/ Luis Gandarillas
El bloqueo de carreteras en Bolivia, que ya cumple una semana, ha causado estragos en el suministro de combustibles y productos básicos. Los seguidores de Evo Morales, conocido como ‘evistas’, han establecido puntos de bloqueo en varias vías del centro del país, en defensa de su líder ante la posibilidad de una orden de captura por graves delitos.
Esta situación ha llevado a largas filas en las estaciones de servicio de La Paz, donde los conductores pasan horas esperando para abastecerse de gasolina y diésel.
Intervención Policial
La Policía Boliviana ha intervenido para disolver los intentos de bloqueo, como ocurrió en la carretera que conecta La Paz con Oruro, una ruta crucial para el país.
Gonzalo Torrico, jefe policial de Oruro, confirmó que se restableció el orden y que se detuvieron a cuatro personas, una de ellas con una suma significativa de dinero, lo que ha generado sospechas sobre la organización detrás de las protestas.
Evo Morales y su refugio en Cochabamba
Morales, desde que se anunciaron las investigaciones en su contra, no ha salido de Cochabamba, el epicentro de su apoyo político. Ignorando una citación de la Fiscalía en Tarija, el expresidente ha manifestado su intención de postularse nuevamente a la presidencia en 2025, afirmando que necesitará 1.000 millones de dólares para llevar a cabo su gestión.
Sus seguidores vigilan las entradas a la región cocalera, donde se encuentra su residencia.
La Lucha por el Control del MAS
La situación se complica aún más por la disputa interna dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), donde Morales y el presidente Luis Arce están distanciados. Morales insiste en su candidatura, mientras Arce se opone a que el partido esté dominado por una sola figura. Este conflicto ha contribuido a la inestabilidad política en el país.
Acusaciones Graves
El fiscal general, Juan Lanchipa, ha convocado a Morales a declarar sobre un caso de presunta «trata de menores» y «estupro», que incluye serias acusaciones sobre su implicación en una red de jóvenes durante su presidencia.
Estas denuncias han desatado un intenso debate sobre la legalidad y la moralidad de la política en Bolivia, con Morales acusando a sus adversarios de persecución política.
Respuesta de Morales y Reacciones Internacionales
Morales ha calificado las acusaciones de un intento de «lawfare», acusando a sus opositores de querer desestabilizarlo políticamente. El Grupo de Puebla, un foro que agrupa a líderes de la izquierda latinoamericana, ha expresado su preocupación por lo que consideran una campaña en contra del exmandatario.
Crisis en el ambiente
La crisis en Bolivia se intensifica mientras el país enfrenta una creciente polarización política. La situación de Evo Morales, atrapado entre acusaciones serias y la defensa de sus seguidores, pone en evidencia las tensiones dentro del MAS y el futuro incierto de la política boliviana.
A medida que los bloqueos se extienden y la economía se ve afectada, el desafío para el gobierno de Arce será restaurar el orden y enfrentar las acusaciones que podrían cambiar el rumbo del país.