En la IX Convención Liberal, César Augusto Gaviria Trujillo fue ratificado como presidente del Partido Liberal, aunque su salud y edad suscitan inquietudes sobre su continuidad al frente del partido.
La ausencia de un discurso y la exclusión de la prensa independiente en el evento cuestionan su capacidad para liderar en un partido que enfrenta fuertes divisiones.
El liberalismo en Colombia sufre una falta de renovación generacional. Algunos consideran que Gaviria podría asumir un rol honorífico, mientras otra figura revitalice la conducción del partido. Durante la convención también se reportaron actos de violencia y denuncias de fraude, que exigen la atención de las autoridades.