Brecha de género laboral
Este 8 de marzo se conmemora nuevamente el Día de la Mujer, una jornada que, más que para felicitar o regalar flores, debe servir para recordar que aún existen formas de discriminación, algunas más sutiles y otras más evidentes, que dificultan a las mujeres ejercer sus derechos.
Una de estas brechas evidentes se da en el ámbito laboral: las mujeres no solo ganan menos que los hombres a pesar de realizar trabajos igual de exigentes, sino que también son más afectadas por el desempleo.
En los altos cargos directivos, tanto en entidades públicas como privadas, aunque ha ido creciendo su presencia, aún son muchos los “techos de cristal” que quedan por romper.
De acuerdo con el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, la tasa promedio de desempleo entre los jóvenes en Colombia es 47,5 % mayor en mujeres que en hombres.
Aunque este fenómeno no se presenta solo en el país, sino que ocurre en toda la región, la tasa de desempleo juvenil femenino en Colombia supera a la de Argentina, Uruguay y México.
En América Latina, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de participación femenina fue del 52,1 %, muy por debajo de la de los hombres, que alcanzó el 74,3 %.
Esto significa que sobre las mujeres recae, con mucha mayor frecuencia que sobre los hombres, la responsabilidad de asumir otras actividades como el trabajo doméstico o el cuidado de niños y ancianos, lo que les impide acceder y desarrollarse en el ámbito laboral.
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Los “techos de cristal”
En materia de liderazgo y altos cargos gerenciales en las empresas, si bien ha habido avances, la presencia de mujeres al frente de compañías sigue siendo baja.
Según la última Encuesta de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) de la ANDI, el año pasado hubo un aumento del 6 % en la presencia de mujeres en cargos de liderazgo, pero esta sigue siendo minoritaria en comparación con los hombres.
La participación de mujeres en cargos de primer nivel pasó del 34 % en 2019 al 40 % en 2025, mientras que su presencia en juntas directivas aumentó del 25 % en 2019 al 33 % en 2025.
Algunas de las recomendaciones del LEE para cerrar esta brecha incluyen:
- Estrategias pedagógicas que fomenten la participación activa de las niñas desde pequeñas, despertando su curiosidad y fortaleciendo su confianza.
- Programas de mentoría y visibilización de referentes femeninos en ciencia y tecnología a lo largo de su trayectoria educativa.
- Eliminación de estereotipos de género en los juegos, las aulas, la familia, el lenguaje, los medios de comunicación y la publicidad.
- Motivación a las niñas para que crean en sí mismas, aprendan a valorar los errores y perseveren en sus objetivos.
(Colprensa)
