El Banco de la República concluyó su ciclo de reuniones en 2024 con una nueva reducción en las tasas de interés, esta vez de 25 puntos básicos, situándolas en 9,5 %. Este movimiento marca la novena disminución consecutiva desde diciembre de 2023, cuando las tasas alcanzaban el 13,25 %.
Inflación y tasas de interés: factores clave
La decisión del Banco de la República estuvo fundamentada en los datos de inflación más recientes, que muestran una tendencia a la baja. En noviembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación anual de 5,2 %, una disminución respecto al 10,15 % observado en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, factores como el aumento en la tasa de cambio y su impacto en los precios hacen que la inflación se proyecte hacia una convergencia más lenta al objetivo del 3 % para 2025.
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A pesar de estas mejoras, el descenso no cumplió con las expectativas del mercado. Analistas y entidades como Fedesarrollo y Corficolombiana esperaban una reducción de 50 puntos básicos. Según la junta, la decisión estuvo dividida: cinco miembros votaron por una disminución de 25 puntos básicos, mientras otros optaron por recortes mayores.
Impacto de las decisiones económicas
El ministro de Hacienda, Diego Guevara, señaló que la caída progresiva de las tasas de interés ha sido fundamental para la reactivación económica. Proyectó que el crecimiento económico en 2024 será tres veces mayor al de 2023, destacando la importancia de mantener un balance entre el control de la inflación y el estímulo al consumo e inversión.
El Banco también destacó que el PIB creció un 2 % en el tercer trimestre, impulsado por la recuperación de la inversión y una demanda interna fortalecida. Sin embargo, la volatilidad cambiaria y los retos fiscales siguen siendo aspectos críticos para la economía del país.
Un panorama mixto para 2025
El Banco de la República prevé que la inflación continuará bajando hacia el objetivo del 3 % en los próximos años. Sin embargo, factores como el aumento de tasas en Estados Unidos, las condiciones externas más restrictivas y la incertidumbre sobre las finanzas públicas en Colombia podrían ralentizar este proceso.
A pesar de estos desafíos, el Gobierno y el Banco confían en que las medidas adoptadas garantizarán un crecimiento económico sostenido, acompañado de una moderación gradual en los niveles de inflación.
