Debido al incremento en el precio del ACPM, los camioneros de Cartagena han detenido sus actividades y han optado por llevar a cabo asambleas para expresar su descontento
El reciente aumento en el precio del ACPM en Colombia, una medida adoptada por el Gobierno nacional, ha generado un fuerte descontento en todo el país.
Este combustible, esencial para el transporte de carga, ha experimentado un incremento que ha afectado gravemente a los camioneros, quienes ven drásticamente reducidos sus márgenes de ganancia.
El Gobierno justifica esta alza como un intento de alinear los precios internos con las fluctuaciones internacionales del mercado, pero los transportadores advierten que esta situación compromete la viabilidad de sus operaciones.
Cartagena, uno de los puertos más importantes de Colombia y un eje clave para el comercio internacional, enfrenta serias consecuencias. Aunque los transportadores han decidido manifestarse pacíficamente para no afectar el flujo comercial, la preocupación va en aumento ante las posibles repercusiones económicas.
El encarecimiento del ACPM no solo incrementa los costos del transporte de mercancías que entran y salen del puerto, sino que también podría elevar los precios de productos básicos, impactando de manera directa a los hogares en Cartagena.
Francisco Gil, director territorial (Bolívar) y vicepresidente nacional de la Asociación de Transportes y Camioneros del Caribe, expresó “Estamos en total desaprobación ante el alza del ACPM. Necesitamos un control permanente de la tabla dinámica (SICETAC) para garantizar su cumplimiento y justificación del incremento. El 100% de nuestros vehículos funcionan con ACPM, lo que nos afecta directamente; no estamos obteniendo las ganancias adecuadas, sino que enfrentamos pérdidas financieras, ya que nuestros ingresos se destinan en su totalidad a este combustible”.
La situación es particularmente crítica para Cartagena, cuyo puerto es un motor económico vital tanto para la ciudad como para el país.
Con los costos operativos al alza, exportadores y transportadores podrían verse forzados a ajustar precios, lo que tendría un impacto negativo en el comercio nacional e internacional. La incertidumbre se cierne sobre la región, mientras se aguarda que las negociaciones entre el Gobierno y los representantes del sector transporte logren un acuerdo que alivie la presión sobre los camioneros y garantice la estabilidad económica de Cartagena y del país.
Gil advirtió sobre las posibles consecuencias: “El ingreso y salida de vehículos se verá afectado, los puertos pueden colapsar porque no habrá quién reciba las cargas. Esto impactará directamente en la economía del país”. Ante esta crisis, los camioneros de Cartagena han comenzado a organizar reuniones y asambleas para abordar colectivamente los desafíos derivados del aumento del ACPM.
Estas conversaciones tienen como objetivo no solo encontrar alternativas que ayuden a los transportadores, sino también asegurar que la economía local se mantenga activa, previniendo un impacto negativo prolongado en la ciudad y sus habitantes.
Nación Colombia / José Alfredo Vital
