Decenas de líderes mundiales, incluido el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, llegaron a Washington para participar en la cumbre de la OTAN, celebrada del 9 al 11 de julio. La reunión tenía como objetivo confirmar el apoyo de los aliados a Ucrania en su conflicto con Rusia. Sin embargo, la cumbre se vio empañada por la incertidumbre política en Estados Unidos.
El presidente estadounidense Joe Biden, de 81 años, buscó aprovechar los tres días de cumbre, que también marcan el 75º aniversario de la OTAN, para asegurar a sus aliados sobre su liderazgo y capacidad de gobernar a pesar de la presión para que abandone su candidatura a un segundo mandato. El canciller alemán Olaf Scholz afirmó que «no está preocupado» por la salud de Biden, proporcionando una muestra de confianza en su liderazgo.
Los líderes de la OTAN discutieron un paquete de ayuda financiera anual de 40 mil millones de euros para Ucrania, propuesto por el secretario general Jens Stoltenberg. Aunque Stoltenberg había sugerido inicialmente un paquete plurianual de 100 mil millones de euros, la cifra propuesta ahora se considera un mínimo que podrá revisarse y ampliarse cada año. Zelenski también obtuvo la promesa de más sistemas avanzados de defensa aérea Patriot, vitales para proteger a Ucrania de los ataques rusos, especialmente tras el reciente bombardeo a un hospital infantil en Kiev.
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Un tema delicado es la negativa de Estados Unidos y Alemania a invitar a Ucrania a unirse a la OTAN mientras continúa el conflicto con Rusia, para evitar una escalada bélica directa. A pesar de ello, se ha asegurado que Ucrania está en un camino «irreversible» hacia la membresía en la OTAN, una declaración respaldada por varios líderes, incluyendo al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y al presidente de la República Checa, Petr Pavel.
Además de Rusia, la OTAN también se centró en el desafío que representa China. Aunque no hay pruebas de que China esté proporcionando armamento directamente a Rusia, se sospecha que está suministrando tecnología que apoya el esfuerzo bélico del Kremlin. Una fuente cercana a la cumbre señaló que China sería «el elefante en la habitación» durante las discusiones, subrayando la creciente preocupación por su influencia.
El Kremlin ha seguido de cerca la cumbre, mientras el presidente ruso Vladimir Putin recibió al primer ministro indio Narendra Modi en Moscú. Esta visita oficial también tiene implicaciones estratégicas, mostrando la dinámica de alianzas en el contexto del conflicto ucraniano.
La cumbre de la OTAN en Washington ha sido un evento crucial para reafirmar el apoyo a Ucrania y abordar las complejidades geopolíticas actuales. A medida que los líderes internacionales se comprometen a ayudar a Ucrania, también deben navegar las tensiones internas y externas que afectan la estabilidad global.
