El sector turismo del municipio de Falan y del norte del Tolima manifiesta públicamente su estado de alerta frente al Documento Técnico de las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos (APPA).
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Según advierte la comunidad, esto se debe a que, tal como está formulado actualmente, el documento introduce restricciones que ponen en riesgo el turismo rural, comunitario, de naturaleza y de aventura, actividades fundamentales para la economía campesina, la permanencia rural y el desarrollo local del territorio.
Óscar Fabián Beltrán, coordinador turístico de Falan, Tolima, reconoce la importancia de proteger la producción de alimentos y el campo.
Sin embargo, el documento, como se presenta actualmente, contiene disposiciones que en la práctica impiden el desarrollo del turismo, prohíben el alojamiento en el ecoturismo, limitan las posadas rurales, el camping y el turismo de aventura, y desconocen la realidad productiva, social y cultural de los municipios.
Una contradicción profunda
El documento reconoce al turismo como parte de la economía local, pero luego lo restringe hasta hacerlo inviable.
Consecuencias graves
Pérdida de ingresos para las familias campesinas.
Cierre o informalidad de emprendimientos turísticos locales.
Menores oportunidades para jóvenes y mujeres rurales.
Mayor dependencia de operadores externos que no generan beneficios en el territorio.
Abandono del campo en lugar de su conservación.
Adicionalmente, las restricciones propuestas entran en conflicto con el Esquema de Ordenamiento Territorial de Falan, con la normativa nacional del sector turismo y con las Normas Técnicas Sectoriales obligatorias, que exigen condiciones mínimas de salubridad, seguridad e infraestructura para operar legalmente.
Proteger el campo no puede significar prohibir toda posibilidad de desarrollo local compatible.
De manera especial, el sector turismo exige el reconocimiento y la protección de los bienes, áreas, paisajes y rutas de interés cultural de los municipios, así como de aquellos que se identifiquen o declaren en el futuro, los cuales deben ser excluidos de la delimitación de las APPA, en respeto del principio de autonomía territorial, la identidad cultural y la memoria histórica, como ocurre con la Ciudad Perdida de Falan.
Así mismo, se solicita incorporar de manera expresa el turismo rural, el turismo de naturaleza y el turismo de aventura como actividades compatibles con las APPA, siempre que se desarrollen bajo criterios de sostenibilidad ambiental, regulación territorial y bajo impacto, en armonía con el EOT y la normativa nacional vigente.
Exigencia central
El sector turismo exige que se incorporen de manera integral y obligatoria las observaciones técnicas que serán presentadas, como condición indispensable para la validez territorial del Documento Técnico APPA, la coherencia con los Esquemas de Ordenamiento Territorial, el respeto a la autonomía municipal y la protección real del desarrollo local y la economía campesina.
Llamado a la movilización
Se hace un llamado urgente a las comunidades rurales, prestadores de servicios turísticos, asociaciones campesinas, jóvenes, mujeres, líderes sociales y autoridades locales a informarse, participar y defender un modelo de protección del campo justo, equilibrado y construido con el territorio.
Se exige que:
Se incorporen de manera efectiva las observaciones técnicas del sector turismo.
Se ajuste el Documento Técnico APPA para permitir un turismo regulado, responsable y de bajo impacto.
Se escuche al territorio antes de imponer decisiones que comprometen el futuro de las comunidades.
Proteger la producción de alimentos no es decirle NO al desarrollo.
Proteger el campo es permitir que su gente viva dignamente de él.
El turismo rural no es el problema.
Es parte de la solución.
