Jonathan Malagón, presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), manifestó recientemente que para 2024, la vivienda está llamada a ser, una vez más, el corazón de la reactivación económica.
“El 56% del aparato productivo nacional está ligado a lo que le pase al sector vivienda. Los técnicos calculan el Índice Rasmussen-Hirschman, y de acuerdo a ese índice, la vivienda es indiscutiblemente un sector impulsor, un sector que además es el que tiene la facultad de llegar a mayor cantidad de socios, en particular del sector industrial. Tengan esto en mente: uno de cada cinco colombianos que lleva un plato de comida a la mesa de su casa a través de su salario, lo hace por el sector edificador. Uno de cada cinco colombianos que está empleado tiene que ver con el sector edificador”, argumentó Malagón.
Así las cosas, el líder gremial dio a conocer cinco propuestas para reactivar el sector: LTI no VIS del 40%, permitir la reestructuración con Subsidio Familiar de Vivienda, ampliar el esquema de preasignación a VIS, garantías para VIS y mejoramientos, y concurrencia regional.
¿Qué es el LTI de la No VIS y en qué consiste la propuesta del gremio de los bancos?
En Colombia existe una restricción regulatoria de lo máximo que una familia puede pagar en un crédito hipotecario en relación con su ingreso. Y eso es el 30% cuando uno compra una vivienda No VIS, y el 40% cuando uno compra una vivienda VIS. Existe un arbitraje, y los arbitrajes son malsanos, debería homologarse en algún nivel esas dos.
“Pero ¿cuál es el problema de tener un LTI, un debt to income del 30% en la No VIS? Que muchas familias que compran vivienda, sobre todo en el segmento encimita del límite VIS, es decir, digamos, una vivienda de 250 millones, si esas familias pagaran un arriendo, y de hecho pagan un arriendo, el arriendo les cuesta el 40%, 43%, 45% de su ingreso. Pero la hipoteca no le puede costar más del 30%. Es decir, la restricción regulatoria impide que nosotros activemos el mecanismo favorito de compra de vivienda de los colombianos, que es la sustitución del arriendo por la hipoteca. O sea, el mensaje que nosotros le hemos dado históricamente a los colombianos es, usted que paga arriendo, deje de pagar arriendo, coja la plata del arriendo, consiga un crédito hipotecario, no pague eso a un tercero, pague eso a su familia y construya un capital. Para las viviendas por encima de 200 millones de pesos y hasta 300, existe un límite en la sustitución de arriendo a hipoteca, y ese límite es el LTI. La invitación, y lo estamos trabajando y se lo planteamos a la Superintendencia, y lo hemos hablado también con el Ministerio, es que este parámetro se equipare al LTI de VIS, que es del 40%, y que permita que estas familias hagan una sustitución muchísimo más rápida de ahorro por compra. No es para la vivienda de interés social, pero ayudaría a activar, a reactivar el sector”, explicó el presidente.
De otro lado, en lo que respecta a garantías plantea que: “si las familias VIS que llegan a pedir un crédito tienen un fiador, y ese fiador es el Estado, y ojalá sea una garantía invisible, y eso se activa, va a permitir que muchas más personas accedan al crédito y tengamos una dinamización del sector”.