Pese a cifras del 2023, Colombia NO atraviesa una crisis financiera: presidente Asobancaria

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Durante la instalación del 26° Congreso de Tesorería, el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, manifestó que 2023 fue complejo para el país y, por ende, para el sistema financiero.

El líder gremial señaló que la economía colombiana habría registrado un crecimiento del 0,9% el año pasado, un dato atípico que constituye el octavo peor resultado de los últimos 100 años en términos de Producto Interno Bruto (PIB). También resaltó que, en ese período, las ventas de vehículos cayeron un 25%; las de vivienda se desplomaron un 53%; el 31% de las entidades bancarias reportaron pérdidas; la cartera crediticia retrocedió un 6,8% en términos reales y, como consecuencia, la profundización financiera cayó 3,7 puntos porcentuales, situándose en 44,8%, la cifra más baja en una década.

“¿Estamos hablando de una crisis financiera? La respuesta contundente es un NO. No tenemos una crisis financiera. Los ahorradores, las empresas, los reguladores y supervisores pueden tener la certeza de que Colombia no tiene una crisis financiera”, enfatizó Malagón.

El presidente de Asobancaria resaltó tres criterios fundamentales definidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permiten concluir que el sistema financiero local es sólido: instituciones financieras resilientes, estándares internacionales de regulación y un seguimiento y supervisión adecuada.

“Hoy Colombia tiene un nivel de solvencia del sistema bancario del 16%, que supera los mínimos regulatorios del 9%. Además, en cuanto a liquidez, a pesar de que el CFEN (Coeficiente de Fondeo Estable Neto) es una medida muy exigente, hoy los bancos colombianos lo sobrecumplen al 115%. Tanto en capital como en liquidez, el sistema financiero está por encima de los estándares regulatorios”, destacó.

Malagón recalcó que Colombia ya cumple cerca del 100% de los principios de Basilea III. Por otro lado, agregó que el país cuenta con una adecuada supervisión en la que participan el Ministerio de Hacienda, la Superintendencia Financiera, el Banco de la República, y con la mirada constante del Fondo Monetario Internacional.