Jerusalén – La Knéset, el Parlamento israelí, aprobó este lunes una ley que prohíbe a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) operar en Israel y en Jerusalén Este, área anexionada unilateralmente por el país.
La normativa, que salió adelante con 92 votos a favor y 10 en contra, impide que la UNRWA preste servicios o realice actividades “directa o indirectamente” en territorio israelí. Esto afectará sus operaciones en Gaza y Cisjordania, que requieren coordinación con las autoridades israelíes para la entrada de personal y recursos.
La decisión contó con apoyo de diputados tanto del oficialismo como de partidos de la oposición, como Yesh Atid y Unidad Nacional, y fue precedida por un tenso debate en el pleno de la Knéset. Durante la sesión, el diputado árabe Ahmad Tibi calificó la ley como “fascista”, desatando la reacción de la diputada Tally Gotliv del partido Likud.
La UNRWA, que proporciona educación, salud y otros servicios esenciales en campos de refugiados como Shuafat en Jerusalén Este, advierte que la prohibición dificultará gravemente sus labores. Jonathan Fowdler, portavoz de la agencia, señaló que esta medida podría dejar sin educación a unos 660.000 niños en Gaza, donde la UNRWA actúa como pilar humanitario.
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Israel acusa a la UNRWA de emplear a miembros de Hamás y asegura que algunos trabajadores participaron en ataques recientes. La agencia, que ha iniciado investigaciones internas y despido de personal involucrado, ha desmentido las acusaciones y cuenta con el respaldo de una investigación independiente que verificó su neutralidad. Sin embargo, las acusaciones llevaron a que países como Estados Unidos, Alemania, Japón y Francia recortaran temporalmente su financiamiento, lo que redujo en $450 millones de dólares el presupuesto de la UNRWA.
La mayoría de países, incluida la Unión Europea, restableció el financiamiento al organismo tras la falta de pruebas concluyentes.
