Inversiones forzosas deben ser consensuadas: Anif advierte sobre riesgos

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Anif advierte que las inversiones forzosas deben ser consensuadas/ Foto: iStock

Un informe reciente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) ha advertido sobre los riesgos asociados con la propuesta del Gobierno Nacional de implementar inversiones forzosas como medida para dinamizar la economía. Este tema ha suscitado un amplio debate en el país, especialmente entre los gremios, que argumentan que estas imposiciones perjudican el mercado.

Según el análisis de Anif, la reactivación económica debe ser un proceso concertado y no forzado para tener éxito. Los expertos destacan la necesidad de mejorar la imagen del país ante los inversionistas y generar confianza. Señalan que, aunque hay indicios de aceleración en el crecimiento económico, las cifras actuales siguen siendo insuficientes, quedando lejos del 3% necesario para garantizar un desarrollo sostenible.

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Históricamente, las inversiones forzosas fueron comunes en Colombia hasta la década de los 90, pero no lograron profundizar el crédito y encarecieron los préstamos, ampliando el margen de intermediación. Anif subraya que esta medida funciona como un impuesto implícito que afecta negativamente tanto a los ahorradores como a las empresas y hogares que demandan crédito, reduciendo los recursos disponibles para préstamos.

El análisis también advierte que volver a implementar inversiones forzosas podría ser un retroceso indeseado. Desde la década de los 90, estas inversiones se eliminaron gradualmente, y reintroducirlas podría perjudicar a empresarios y ahorradores, así como a los bancos, cuya rentabilidad ya es baja.

Anif concluye que la expansión del crédito público puede llevar a pérdidas importantes si la asignación no es adecuada, recordando que la mala asignación crediticia en la banca pública contribuyó al desmonte de la fuerte intervención financiera en el pasado. Por ello, hacen un llamado a mantener el diálogo entre el Gobierno y los sectores productivos para consensuar medidas que reactiven la economía sin comprometer la estabilidad y la confianza del mercado.