El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, negó que las autoridades venezolanas hayan solicitado ayuda militar en pleno aumento de las tensiones por los ataques de Estados Unidos contra supuestas embarcaciones del narcotráfico en el Caribe y ante la amenaza de una posible intervención terrestre.
Lavrov respondió así a las informaciones que aseguraban que Caracas habría pedido ayuda militar adicional a la ya acordada por convenios anteriores, como el amplio tratado ratificado en mayo de este año, que incluía áreas de seguridad, defensa, energía, comunicaciones, transporte y finanzas.
También le puede interesar: https://nacioncolombia.com/violencia-en-prision-de-ecuador-deja-31-muertos/
Además de confirmar que “no hubo solicitudes” de ayuda militar, Lavrov calificó de “inaceptables” las acciones de Estados Unidos frente a las costas venezolanas “con el pretexto de luchar contra el narcotráfico”, según informaron medios estatales rusos.
“Así no es como operan los países que respetan la ley, sino más bien como aquellos que se consideran por encima de ella”, expresó el canciller ruso.
No obstante, aclaró que Rusia colaborará con Venezuela conforme a sus obligaciones contractuales, bajo el marco del acuerdo de asociación estratégica que se encuentra en las últimas etapas de ratificación por parte del Gobierno ruso.
La última de estas operaciones se produjo este lunes contra dos embarcaciones en aguas internacionales del océano Pacífico. El ataque estadounidense dejó seis muertos, a quienes el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, acusó de “portar narcóticos y transitar por una ruta de tráfico”.
Hace poco más de un mes, Estados Unidos inició sus ataques contra embarcaciones del narcotráfico en el mar Caribe y el Pacífico, hundiendo una veintena y provocando la muerte de 75 personas.
Naciones Unidas, junto con los gobiernos de Venezuela y Colombia, han denunciado estas operaciones como asesinatos extrajudiciales, advirtiendo que las víctimas serían principalmente pescadores. En Caracas, aumenta el temor por una posible intervención militar estadounidense, alerta que también comparte Bogotá.
Colprensa
