El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha confirmado que será candidato en las elecciones de 2026 y que se encuentra con fuerzas suficientes para disputar el que sería su cuarto mandato, a la espera aún de conocer a su rival entre un grupo de gobernadores conservadores, a quienes vencería según los sondeos.
«Voy a cumplir 80 años, pero pueden estar seguros de que tengo la misma energía que tenía a los 30», afirmó este jueves desde Yakarta, capital de Indonesia, la que es su primera etapa de una gira por la región que le llevará el fin de semana hasta Malasia para la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
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«Voy a disputar un cuarto mandato», reiteró ante su homólogo indonesio, Prabowo Subianto, desde el Palacio de Merdeka, donde también aprovechó para criticar las políticas proteccionistas de Estados Unidos, en vísperas de un posible encuentro con el presidente Donald Trump en los márgenes de la ASEAN, informó G1.
Lula volvió a insistir en fomentar el multilateralismo y una “democracia comercial” que sirva para crecer y crear empleos de calidad. «Para eso fuimos elegidos, para representar a nuestra gente», expresó ante el presidente de Indonesia, país con el que ha defendido comercializar con sus propias divisas.
«Hay que cambiar cosas. El siglo XXI nos exige que tengamos el coraje que no tuvimos en el XX. Exige que cambiemos algunas de las formas que tenemos de relacionarnos comercialmente para no ser dependientes de nadie», explicó.
El presidente brasileño pondrá rumbo en los próximos días hacia Kuala Lumpur, capital de Malasia, para asistir a la cumbre de la ASEAN, donde está previsto que se reúna este domingo con Donald Trump, como colofón a los gestos de acercamiento y palabras cordiales que se han dedicado después de meses de tensión diplomática.
Sería la primera reunión entre ambos sin contar su breve interacción durante la pasada Asamblea General de Naciones Unidas y la llamada telefónica de unos días después. Lula confía en persuadir a Trump para retirar los aranceles del 50 % a las exportaciones brasileñas y las sanciones a altos funcionarios.
Estas sanciones han apuntado hacia el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, encargado de la causa por golpe de Estado contra uno de los más estrechos seguidores de Trump en América Latina, el expresidente Jair Bolsonaro.
Fuentes brasileñas señalan que Lula podría aprovechar la reunión para tratar el aumento de las tensiones entre la Administración Trump y los gobiernos de Colombia y Venezuela.
Colprensa