La falta de liquidez y las altas tasas de interés han puesto a las Pymes en el centro de un debate económico en Colombia. Con un entorno de crecimiento más lento de lo esperado y mayores dificultades para acceder al financiamiento formal, el crédito se ha convertido en una herramienta fundamental para sostener operaciones, pagar nómina o impulsar la expansión de los pequeños y medianos negocios.
De acuerdo con cifras del BBVA Research, las Pymes representan el 99,5% del tejido empresarial colombiano y generan cerca del 40% del PIB. Sin embargo, según estimaciones del IFC del Banco Mundial, cerca del 70% de estas empresas en América Latina enfrentan barreras para acceder al crédito formal, una realidad que en Colombia se agudiza por el actual contexto de altas tasas de interés.
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Frente a esta situación, han surgido nuevos actores que buscan atender las necesidades de financiamiento con soluciones más ágiles y apoyadas en la tecnología financiera. Uno de los casos más destacados es el de Escarlata, una fintech colombiana creada hace 18 meses, que ya reporta la colocación de más de $10.500 millones en créditos para este segmento empresarial.
El modelo de Escarlata combina dos unidades: Catapult, enfocada en crédito inteligente, y Aicoll, dedicada a la gestión tecnológica de todo el ciclo de vida del préstamo. Según Diego Pardo, COO de la compañía, esta estrategia le ha permitido consolidar una cartera de más de 230.000 usuarios activos, gestionar mensualmente cobranzas por más de USD $100 millones y proyectar un pipeline de negocios de USD $50 millones para este año.
En palabras de Pardo, los avances no se limitan al mercado local. En el tercer trimestre de 2025, Escarlata inició operaciones rentables en México, consolidando su expansión en la región. Para 2026, la meta es alcanzar USD $10 millones en créditos en países clave como Colombia, México, Perú y Estados Unidos, ampliando así las oportunidades de financiamiento para miles de empresas que aún enfrentan limitaciones en el acceso a recursos.
El impacto de este tipo de plataformas adquiere mayor relevancia en un momento en que la economía colombiana registra un crecimiento inferior al esperado y en el que muchas Pymes luchan por mantener sus operaciones activas. En este contexto, el crédito puede marcar la diferencia entre la supervivencia y el cierre definitivo de un negocio.
Más allá de un caso particular, la expansión de iniciativas como Escarlata refleja un espacio creciente para las fintech y para alternativas que reduzcan los trámites, eliminen barreras de acceso y ofrezcan procesos digitales rápidos y confiables. El gran desafío, sin embargo, será lograr que esos recursos se traduzcan en productividad, competitividad y crecimiento sostenible para las Pymes en el mediano y largo plazo.