Uno de los personajes más siniestros de la Iglesia Católica en la segunda mitad del siglo XX, protegido por las más altas autoridades del Vaticano y fundador de Legionarios de Cristo con la cual generaba millones de dólares en ingresos, muchos de ellos, en paraísos fiscales, es el protagonista de la nueva serie documental de HBO Max.
Se trata de ‘Marcial Maciel: el lobo de Dios’, que ya estrenó dos capítulos, que reúne, como nunca antes, investigaciones periodísticas clave, testimonios de víctimas y material inédito para construir un relato profundo y revelador de este sacerdote que fue ampliamente acusado de abuso infantil durante décadas, su gusto por los excesos de todo tipo, lejos de las líneas de comportamiento de la Iglesia Católica.
Una reveladora serie de cuatro capítulos que muestran cómo es el surgimiento de esta figura dentro de la iglesia, con problemas de comportamiento desde el seminario, hasta codearse con grandes personajes poderosos, que le facilitó el acceso a un poder único y una especie de investidura que le permitió por décadas que investigaciones y acusaciones su contra no fueran tenidas en cuenta.
Examina momentos clave en la vida de una de las figuras más controvertidas de la Iglesia Católica contemporánea y reconstruye el caso a partir de los testimonios de quienes lo vivieron directamente.
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Asimismo, se incluyen los análisis de periodistas, investigadores y expertos que han seguido de cerca el caso, como Jason Berry, Carmen Aristegui y Emiliano Ruiz, entre otros. Sus perspectivas ayudan a contextualizar los hallazgos documentales y a comprender el entramado que, según estas fuentes, favoreció el encubrimiento.
A lo largo de los cuatro episodios, se retrata la trayectoria de Maciel desde su juventud en Michoacán hasta su caída entre escándalos globales. La serie explora su ascenso dentro de la jerarquía eclesiástica, así como los mecanismos que, de acuerdo con diversas fuentes, le permitieron operar impunemente durante décadas, manteniendo vidas paralelas bajo distintas identidades.
Incluso después de su muerte, las secuelas emocionales y sociales de su historia continúan impactando a víctimas, comunidades religiosas y fieles en más de 25 países.
En vida y después de la muerte de Maciel, se han hecho públicos algunos detalles sobre su vida privada; en los casos más graves se trata de delitos como el abuso sexual contra menores de edad, o el fraude y la extorsión.
A pesar de la existencia de rumores y documentos que testimonian dichos abusos desde mediados de los años 50, hasta los últimos años de su vida no se divulgaron, pues fueron ocultados por la jerarquía católica y, en última instancia, por las congregaciones que fundó.
(Colprensa)