Un escándalo en China ha sacudido a las redes sociales y generado preocupación por la privacidad y la salud pública. Un hombre de 38 años, identificado como Jiao, fue arrestado en la ciudad de Nanjing por grabar en secreto encuentros íntimos con cientos de hombres mientras se hacía pasar por una mujer. Usando pelucas, maquillaje, filtros digitales y una voz modificada por software, Jiao construyó la identidad falsa de “Sister Hong”, también conocido como “Red Uncle”.
Según las autoridades locales, los encuentros eran coordinados principalmente a través de aplicaciones de citas. Jiao ofrecía relaciones “gratuitas” a cambio de productos básicos como pescado, aceite o frutas. Durante estos encuentros, instalaba una cámara oculta en su vivienda para grabar sin el consentimiento de sus visitantes, quienes en su mayoría eran hombres heterosexuales.
(También le puede interesar: Valledupar alista los Upar Awards 2025)
Los videos fueron posteriormente compartidos en plataformas como Telegram, Reddit y X, lo que llevó a su identificación y detención. Aunque en redes sociales se habló de más de 1.600 víctimas, la policía no ha confirmado esa cifra, aunque sí validó la existencia y circulación de este contenido ilegal.
El caso se viralizó rápidamente en China, superando los 200 millones de vistas en Weibo, y provocando la creación de memes, parodias y hasta productos inspirados en el personaje. Sin embargo, también generó serias críticas por la afectación a la vida privada de las víctimas y el riesgo de transmisión de enfermedades sexuales, ya que varios encuentros habrían sido sin protección.
En China, la ley prohíbe difundir contenido sexual sin consentimiento. Además, desde 2021, es obligatorio el permiso explícito para recolectar y divulgar datos personales, incluidas imágenes íntimas. El caso de Sister Hong podría marcar un precedente legal sobre privacidad, consentimiento y delitos digitales en el país.