El tenista serbio Novak Djokovic, quien ha ganado Wimbledon en siete ocasiones, fue sorprendentemente eliminado este viernes en las semifinales del torneo tras una clara derrota ante el italiano Jannik Sinner, actual número uno del mundo. El resultado final fue 6-3, 6-3 y 6-4, lo que marca su salida más temprana del campeonato desde 2017.
A sus 38 años, Djokovic no pudo mantener el ritmo físico que requería el partido, y aunque recibió atención médica por una molestia en la pierna izquierda durante el tercer set, dejó claro que no era una excusa. «No me moví como esperaba, pero eso no le quita mérito a Sinner«, comentó en la rueda de prensa.
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La derrota impidió a Djokovic disputar su séptima final consecutiva en Wimbledon y alcanzar el récord de ocho títulos que aún mantiene Roger Federer. A pesar del golpe, el serbio fue enfático: “No pienso cerrar aquí mi historia con Wimbledon. Volveré al menos una vez más.”
Sinner, por su parte, logró una clasificación histórica, convirtiéndose en el segundo italiano en llegar a la final del torneo. En la final enfrentará al español Carlos Alcaraz, lo que promete ser un nuevo capítulo en la rivalidad entre los dos jóvenes talentos.
Djokovic, ganador de 24 Grand Slams, admitió que el paso del tiempo empieza a pesar en su carrera, pero reafirmó su convicción: «Cuando estoy bien físicamente, todavía puedo competir al más alto nivel». Su mensaje al público fue claro: la leyenda aún no se retira.