- Tras el fortalecimiento de las competencias socioemocionales y para el trabajo, beneficiarias de programas de Prosperidad Social están más capacitadas para el mercado formal laboral.
- En Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, la entidad adelantó la clausura de un proyecto enfocado al empoderamiento y generación de ingresos de mujeres en situación de vulnerabilidad.
Se han priorizado a mujeres vulnerables con hijos menores de 6 años para impulsar su formación laboral en 2024. Este programa ofrece mentores, talleres y capacitación digital, mejorando la empleabilidad y permanencia en el mercado laboral.
Con 300 de 594 participantes en proceso de selección, se otorgan incentivos económicos para entrevistas. Cindy Susana Mejía, beneficiaria en Santa Marta, destaca el aumento de su autoestima y habilidades laborales. Esta iniciativa busca cerrar brechas y combatir la pobreza.
El proyecto se centra en el empoderamiento económico y social de mujeres en situación de vulnerabilidad en las ciudades de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, que son tres importantes ciudades portuarias en la costa caribeña de Colombia.
Los proyectos de empoderamiento de mujeres en situaciones difíciles pueden incluir varias actividades, tales como:
- Capacitación y educación: Talleres o programas de formación que enseñan habilidades técnicas, financieras o empresariales. Esto podría abarcar desde la elaboración de productos artesanales hasta el manejo de microempresas.
- Acceso a financiamiento: Facilitar el acceso a microcréditos o recursos económicos que les permitan iniciar o fortalecer sus propios negocios.
- Redes de apoyo: Fomentar la creación de redes de apoyo entre las participantes, lo cual puede ayudarles a compartir experiencias, recursos e información.
- Asesoría legal y psicológica: Ofrecer servicios de consejería para ayudar a las mujeres a enfrentar barreras legales o emocionales que pueden limitar su capacidad para establecerse económicamente.
- Conciencia comunitaria: Sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del rol de las mujeres en el desarrollo económico y social, contribuyendo a la reducción de la
- violencia de género y promoviendo la equidad.
Estas acciones son fundamentales para medir el impacto del proyecto y decidir sobre la sostenibilidad de las actividades realizadas. La oportunidad es muy limitada, muchas mujeres salen con su certificado de aprendizaje, pero no salen a laborar y en muchas ocasiones no poseen un recurso económico. Otro caso es que no son disciplinadas (algunas) en la economía y su «capital semilla» no logra germinar.
Muchas mujeres enfrentan desafíos relacionados con la pobreza, la violencia de género y la desigualdad económica. El empoderamiento de las mujeres no solo beneficia a las participantes, sino que también contribuye al desarrollo social y económico de la región en su conjunto. El Gobierno tiene un gran reto para sacar a las mujeres cel Caribe de la situación que han vivido desde que nacieron.
Nación Colombia / José Alfredo Vital
